Una vez que deje la Presidencia, el Jefe de Estado brasileño quiere volver a ver los partidos del Corinthians con la camiseta del equipo.
AP
BRASILIA.- En vísperas de dejar el gobierno con un nivel inédito de popularidad que roza el 80 por ciento, el Presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, todavía no definió sus planes futuros, pero aseguró hoy que al menos una cosa tiene en claro: "Quiero volver a ser un ciudadano normal".
En una entrevista exclusiva concedida al portal IG, Lula admitió que echará de menos "la movida" que supuso gobernar el país a lo largo de los últimos casi ocho años, y comparó el fin del gobierno a la muerte de su primera esposa, quien falleció al dar a luz a un hijo en la década del '70.
"Uno no sufre mucho en el primer momento, pero un día uno se da cuenta de que alguien no existirá nunca más", afirmó el Mandatario, quien agregó que tiene en claro que no podrá interferir en el gobierno de su sucesor, que será elegido en los comicios del 3 de octubre, en los que su "delfín", Dilma Rousseff, se perfila como clara favorita: "Si uno no toma cuidado, al salir del gobierno quiere opinar".
"Quiero enseñar a alguna gente cómo debe portarse un ex Presidente. Se trata de cerrar la boca y permitir al que sea elegido gobernar. El que gobernó tuvo su oportunidad, hizo lo que tenía que hacer (...) Tiene que permitir al elegido gobernar, y hasta (darle) el derecho a equivocarse", añadió.
Lula afirmó que no tiene planes inmediatos de viajar, pero agregó que recién definirá su futuro después de esperar "unos meses", para adaptarse a la vida de ex Presidente. De todas formas, admitió la posibilidad de dedicarse a impulsar proyectos de desarrollo y de combate al hambre y la pobreza en países pobres de África y América Latina.
"Tengo ganas de hacer que las experiencias exitosas en Brasil sean adoptadas en otros países, como los de África, de Centroamérica. Tengo cierta inconformidad frente a la situación de algunos países", dijo Lula, quien sin embargo aseveró que todavía no ha tomado una decisión al respecto.
"No quiero tomar ninguna decisión precipitada. Quiero, primero, saber dónde dolerá (estar fuera del poder). Quiero volver a ver los partidos de (su equipo del corazón) Corinthians en el (estadio) Pacaembú (...), con la camiseta del Corinthians. Quiero volver a ser un ciudadano normal (...) Quiero ser llamado compañero Lula", aseguró.
El Mandatario brasileño aseguró que abandonará el gobierno satisfecho por los éxitos logrados en los últimos ocho años, y por haber demostrado la capacidad de un ex sindicalista de gobernar el mayor país de América Latina.
"Mi máxima realización es la de haber terminado mi gobierno habiendo superado todos los prejuicios que pusieron para que yo llegara a la Presidencia. Nunca en su vida los empresarios brasileños ganaron tanto dinero (...), nunca los trabajadores lograron tantos acuerdos de aumentos reales (de salario) y nunca los pobres tuvieron tanto ascenso como ahora", enumeró.
"Yo quiero ser recordado por las cosas buenas que hice. Y quiero ser recordado por las cosas que no hice. Quiero y voy a seguir siendo un político, seguiré recorriendo Brasil. Quiero entrar a un bar y tomarme una cerveza con mis compañeros. Quiero intentar volver a llevar una vida normal. No sé si es posible", agregó.
