NUEVA YORK.- Poco más de ocho meses después del sismo que devastó Haití, Estados Unidos y Francia pidieron este lunes a sus habitantes paciencia ante la lentitud de la reconstrucción.
"Los que esperan progresos inmediatos son irrealistas y le hacen un flaco favor a los que están trabajando duro", estimó la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, en una reunión en Nueva York al margen de la asamblea general de Naciones Unidas.
Clinton subrayó: Los haitianos "necesitan que nuestras buenas intenciones se traduzcan en progresos concretos sobre el terreno".
"A algunos les parece que esto va lentamente, esta reconstrucción", admitió el ministro francés de Relaciones Exteriores, Bernard Kouchner. "Algunos se sorprenden que con tanto dinero recogido no haya progresos tangibles. Pero no tienen la noción de la inmensidad del desastre (...)", añadió.
"Hubo mucho dinero, se hicieron muchas cosas, pero eso no puede ser visible inmediatamente", explicó.
Estados Unidos es por lejos el primer donante de Haití, con un compromiso para desembolsar 1.150 millones de dólares. Francia también está en primera fila, con una promesa de 326 millones de euros (unos 410 millones de dólares).
Ambos cancilleres se habían reunido con el primer ministro haitiano, Jean-Max Bellerive, quien declaró luego su preocupación sobre "el ritmo y la importancia de lo que estamos haciendo".
Brasil, el país latinoamericano que lidera la coordinación del esfuerzo militar de Naciones Unidas (Minustah) en Haití, reiteró por su parte que el empleo de la ayuda internacional corresponde a Haití.
"El gobierno de Haití tiene la última palabra, Haití es un país soberano, no es una colección de proyectos", dijo el canciller brasileño, Celso Amorim, en rueda de prensa.
"Evidentemente el terremoto llamó mucho la atención del mundo, pero el tema va perdiendo importancia en la opinión publica y era muy importante mantener el compromiso y la relación con Haití", mediante esta reunión convocada en Nueva York, añadió.
Amorim visitó el país caribeño el domingo, antes de llegar a Nueva York.