TOKIO.- El Primer ministro japonés Naoto Kan pidió este viernes a China que actúe como un Estado "responsable", en un nuevo episodio de la crisis entre las dos potencias asiáticas después de la inspección de un pesquero chino hace más de tres semanas.
"Nosotros estamos preocupados porque China (...) fortalece su poderío militar sin transparencia y porque intensifica sus actividades marítimas desde el Océano Indico al Mar de China Oriental", declaró el jefe del gobierno nipón, durante un discurso de apertura de la sesión parlamentaria.
"Espero que China desempeñe un papel apropiado y que actúe como miembro responsable de la comunidad internacional", agregó Kan.
La reciente controversia sino-japonesa se centró en torno a tres islotes llamados Senkaku en japonés y Diaoyu en chino, muy ricos en peces y cuyos fondos marinos podrían contener reservas de hidrocarburos.
"Las islas Senkaku forman parte integrante de nuestro país, en la historia y según la ley internacional", recordó Kan.
Dichas tierras inhabitadas están bajo control japonés, pero son reivindicadas por China y también por Taiwán.
El capitán de un pesquero chino que embistió a patrulleros nipones estuvo detenido 16 días en Japón antes de ser liberado el 24 de septiembre, después de enérgicas protestas de Pekín.
"Japón y China son importantes interlocutores", destacó sin embargo el jefe del gobierno nipón, llamando a los dos países a profundizar sus relaciones estratégicas.
Desde que comenzaron las tensiones, China lanzó diversas medidas de represalias, en particular congelando los contactos a alto nivel con Japón.
Durante la semana, Tokio se refirió a la posibilidad de organizar un encuentro entre Kan y su homólogo chino, Wen Jiabao, al margen de una cumbre Asia-Europa el lunes y el martes en Bruselas.
Entre sus decisiones punitivas, China también decidió, alrededor del 22 de septiembre, según Tokio, un embargo sobre sus exportaciones de minerales llamados "tierras raras" hacia Japón, lo que fue desmentido por Pekín.
Según comerciantes interrogados por la AFP, a partir del martes las aduanas chinas reanudaron progresivamente los procedimientos de registro de exportaciones de esas substancias imprescindibles para las industrias electrónica y automotriz.
Otra señal de la distensión fue el regreso a su país el viernes de tres japoneses retenidos durante 11 días en China por haber entrado sin autorización en una zona militar.
No obstante, otro japonés, Sadamu Takahashi, detenido en iguales circunstancias, permanece retenido por las autoridades chinas, que lo acusan de haber "filmado ilegalmente instalaciones militares".
La empresa de construcción Fujita, para la cual trabajan los cuatro, afirmó que el momento de ser detenidos, sus cuatro empleados preparaban un proyecto para el saneamiento de lugares contaminados por armas químicas en la provincia de Hebei (norte).
El primer ministro japonés, Naoto Kan, pidió a China que libere lo antes posible a Takahashi.
Por otra parte, la Administración Nacional de Turismo de China pidió a los ciudadanos chinos que viajen a Japón que "cuiden su seguridad" después de la agresión el miércoles de un autobús de turistas chinos en la ciudad de Fukuoca (suroeste de Japón).
El vehículo fue rodeado por decenas de militantes de extrema derecha japoneses que dieron patadas al autobús e insultaron a los chinos, según un responsable municipal.