Gobierno británico quiere restituir poder disciplinario a profesores

LONDRES.- La normativa que impide a los profesores británicos de tocar a sus alumnos, ya sea para reprenderles o para ofrecerles consuelo, será abolida por el Gobierno, según anunció hoy el ministro de Educación, Michael Gove.

El ministro explicó que el Gobierno de coalición entre conservadores y liberaldemócratas reformará la ley con el objetivo de facilitar el trabajo de los maestros a la hora de mantener el orden en las aulas y de garantizar su anonimato en los procesos judiciales cuando son denunciados por los alumnos.

"En estos momentos, si uno quiere saber cómo se ha de mantener el orden en un aula de este país se tiene que leer un texto equivalente a Guerra y Paz (el clásico de León Tolstoi)", manifestó el ministro en declaraciones al diario "The Guardian".

"Hay aproximadamente 500 páginas de guía sobre disciplina y otras 500 sobre acoso escolar. Nosotros lo clarificaremos y los simplificaremos", explicó Gove, quien consideró que los profesionales de la educación se ven atados de pies y manos.

La norma es tan estricta en la actualidad, según el ministro, que los profesores no pueden intervenir ni siquiera cuando presencian una pelea entre alumnos, porque eso implicaría contacto físico.

"Los maestros temen que si aplican un cierto grado de disciplina, aparecerá algún alumno inconformista que dirá que conoce sus derechos. Por esta razón, son reticentes a imponerse", señaló Gove, que subrayó que esto no supone una vuelta a los castigos físicos que durante siglos fueron una referencia de la educación británica.

"No creo en que se pueda pegar a los niños, pero creo firmemente en que los profesores tienen que saber cómo pueden contener o refrenar físicamente a los niños, cómo pueden interponerse entre dos niños que están causando problemas, o cómo pueden sacarlos del aula", indicó el titular de Educación.

"Lo importante -concluyó- es que los profesores sepan que tienen el control y que este ministerio y el sistema judicial los van a respaldar", dijo en sus declaraciones a "The Guardian".

Gove prometió otorgar a los profesionales de la educación "un derecho general a registrar a los niños en busca de cualquier objeto que esté prohibido en las normas escolares".

También se comprometió con los maestros a que se acelerarán las investigaciones judiciales en los casos de denuncias por parte del alumnado para no perjudicar su trayectoria profesional.