PALERMO.- El papa Benedicto XVI rindió el domingo homenaje a un sacerdote asesinado por la mafia y alentó a la población de Sicilia a no rendirse ante el mal enraizado en la isla, donde el crimen organizado tiene gran poder desde hace siglos.
Los sicilianos habían expresado confianza en que, en su primera visita a Sicilia, el pontífice impulsara con sus palabras y presencia los esfuerzos para la erradicación del hampa en la isla.
"La tentación de caer en el desaliento, en la resignación, se presenta en aquéllos que son débiles de fe, en aquéllos que confunden el mal con el bien, en aquéllos que piensan que se está inerme ante un mal profundo", dijo Benedicto XVI ante miles de fieles durante una misa efectuada en un parque, en una zona ribereña de Palermo.
El Papa mencionó al reverendo Pino Puglisi, quien había removido conciencias con sus sermones contra la mafia en uno de los vecindarios más pobres e infestados de pandillas en Palermo.
Desde que Puglisi fue asesinado a tiros por la mafia en 1993, sus simpatizantes han solicitado a El Vaticano que lo proclame mártir a fin de santificarlo.
Entre los que más recientemente se sumaron a la iniciativa para la beatificación de Puglisi figuran el cineasta ganador del Oscar Giuseppe Tornatore y la novelista italiana Dacia Maraini.
Sin embargo, Benedicto XVI no hizo mención alguna a la conversión de Puglisi en mártir.
El pontífice reconoció en su homilía que muchos sicilianos han llevado a cuestas el "sufrimiento físico y moral del crimen organizado".
"Hoy me encuentro entre ustedes para dar fe con mi cercanía y mi recuerdo en la oración", dijo el papa sentado bajo un baldaquino que lo protegía del sol mediterráneo.
"Estoy aquí para alentarlos con firmeza a que no teman remarcar con claridad la fe de los valores humanos y cristianos", señaló Benedicto XVI quien agregó que la justicia debe perseverar incluso en una "situación grave de violencia, iniquidad y opresión".