El 7 de septiembre pasado la protesta de los sindicatos reunió cerca de 450.000 mil personas en las calles.
EFEPARÍS.- La reforma de la jubilación que impulsa el Presidente francés Nicolas Sarkozy llegó este martes al Senado donde el gobierno lo defendió como un "proyecto profundamente justo", mientras crece la presión sindical con un llamado a huelga indefinida en los transportes parisinos.
"El gobierno no dará marcha atrás en el aumento de las edades porque esta medida es esencial para el equilibrio del sistema" de jubilación, sostuvo el ministro de Trabajo, Eric Woerth, al referirse a los dos puntos claves de la reforma más importante de la presidencia de Sarkozy.
El texto que el 15 de septiembre pasado aprobaron los diputados de la mayoría gobernante (UMP, derecha), prevé aumentar de 60 a 62 años la edad mínima para tener derecho a jubilarse, y de 65 a 67 años la edad para cobrar una pensión completa. Además aumentará el periodo de aportes de 40 a 41,5 años.
"Nuestro proyecto es profundamente justo y humano", sostuvo Woerth al abrir el debate en la Cámara Alta en medio de las protestas de los senadores de la oposición, muchos de los cuales lucían su banda tricolor.
El Ejecutivo argumenta que el aumento de la esperanza de vida y un déficit del sistema de pensiones que la crisis triplicó en 2010 a 32.000 millones de euros (39.000 millones de dólares) justifican esta reforma.
Woerth se declaró dispuesto a discutir algunos puntos referidos a la jubilación de discapacitados, de desocupados de más de 50 años, de quienes han hecho trabajos difíciles y de las mujeres.
En el Senado, la UMP necesita los votos del centro para obtener la mayoría.