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Presidente Ahmadinejad inicia polémica visita al Líbano

La llegada del Mandatario iraní es percibida como un gesto de apoyo al movimiento chiíta de Hezbolá.

13 de Octubre de 2010 | 07:09 | AFP
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AFP.

BEIRUT.- El presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, inició el miércoles una visita oficial al Líbano que suscita controversia, ya que es percibida como una manifestación de apoyo a su aliado, el movimiento chiíta Hezbolá, y durante la cual se trasladará al sur del país fronterizo con Israel.

"Los enemigos de Líbano y de Irán están invadidos por el terror cuando ven a estas dos naciones lado a lado", declaró el Mandatario iraní a su llegada al aeropuerto de Beirut, según la agencia oficial iraní IRNA.

"Hoy pasamos una nueva página. Estoy orgulloso de estar en Líbano", añadió al dirigirse al presidente del Parlamento, el chiíta Nabih Berri, quien le acogió en compañía de diputados y de dos ministros del Hezbolá chiíta en el seno del gobierno de unión libanés.

La visita del presidente de la República islámica ha suscitado una polémica en Líbano, donde los pro-occidentales reprochan a Teherán su "injerencia" y temen que el país se convierta en una "base iraní" a las puertas del Estado hebreo.

Ahmadinejad, que efectúa su primera visita a Líbano desde su elección en 2005, saludó y sonrió a las decenas de miles de personas que se habían concentrado desde primera hora de la mañana en la carretera del aeropuerto.

"¡Kosh Amadi!" (Bienvenido, en farsi) y "Allah Akbar" (Dios en grande, en árabe), gritó la multitud que acogió al convoy presidencial lanzado arroz y flores.

"Estamos con Irán juntos en la misma lucha contra Israel", afirmó Afaf, quien vino con sus dos hijos que agitaban banderas iraníes.

"Vengo a acoger al Presidente Ahmadinejad porque ayudó a Líbano en su reconstrucción más que los países árabes", dijo por su parte Munir, de 47 años, en referencia a la ayuda iraní que reconstruye en gran parte la región del sur destruida por la guerra de 2006 entre Hezbolá e Israel.

Miembros de Hezbolá participaban en la organización de la seguridad junto al ejército libanés en la carretera al aeropuerto.

"Esta acogida será una bofetada a todos aquellos que criticaron la visita, entre otros Estados Unidos e Israel, que viven en un estado de nerviosismo debido a la llegada de Ahmadinejad", afirmó al canal de Hezbolá Al Manar, en referencia a la preocupación expresada por Washington y por el Estado hebreo, enemigos jurados de Teherán, sobre esta visita.

En el palacio presidencial de Baabda, cerca de Beirut, donde recibió una acogida oficial, Ahmadinejad se entrevistó con su homólogo libanés, Michel Suleiman. Se reunirá también con el Primer ministro, Saad Hariri, apoyado por Estados Unidos y Arabia Saudita.

A última hora de la tarde, el jefe de Estado tiene previsto aparecer junto al jefe de Hezbolá, Hassan Nasralá, durante una concentración popular organizada por el partido chiíta, considerado como una organización terrorista por Estados Unidos, que lo acusa de recibir armamento de Irán para luchar contra Israel.

"Ya no es nuestro país, es el país de Hezbolá y de Irán", estimó Gerges, un cristiano de la región de Dora, al norte de Beirut.

"Hezbolá está dispuesto a vender Líbano si Teherán se lo pide", estima por su parte Raed Khalil, comerciante sunita de 39 años en la ciudad de Tripoli (norte).

El jueves, segundo día de su visita, Mahmud Ahmadinejad viajará a los pueblos del sur, fronterizos con Israel, muy castigados por la guerra de 2006.