LIMA.- El presidente de la Corte Suprema de Justicia del Perú, Javier Villa Stein, justificó hoy la supuesta agresión física del Presidente Alan García contra un hombre que presuntamente lo llamó corrupto, con el argumento de que reaccionar así es cuestión de virilidad.
"Sólo en un país de maricas se permite que se insulte sin hacer nada. En un país de hombres el que insulta a otro corre riesgo de que le caiga un puñetazo", afirmó Villa Stein en medio del escándalo generado por la supuesta acción de García.
"No estoy avalando nada (pero) si un hombre es insultado tiene derecho a la legítima defensa, sin perjuicio de la acción correspondiente de una querella por injuria grave", añadió.
El escándalo que empezó el domingo, cuando un diario denunció la supuesta agresión de García contra un hombre que lo insultó durante una visita a un hospital el día anterior, retomó fuerza en la últimas horas, cuando la presunta víctima, Richard Gálvez, de 27 años, rompió su silencio para hablar ante la prensa.
"El Presidente se acercó a mí caminando y su seguridad al trote. Se paró delante de mí y me tiró un manotazo en la mejilla derecha. Pude ver el golpe, pero no reaccionar, porque tenía a un seguridad (guardaespaldas) adelante", dijo Gálvez, quien luce heridas en la nariz y las manos.
Testigos confirmaron la versión, que es sin embargo negada por el Mandatario, quien aseguró que se limitó a responder con insultos pero que no hubo agresión física de su parte ni de sus guardaespaldas.
"Altercados tenemos frecuentemente porque hay quienes se permiten insultar a los políticos. Es su libertad, pero cuando se hace frente a frente y uno está acompañado de su hija, uno tiene que responder. No puede ser que alguien le diga a uno 'corrupto' o 'hijo de puta' en la cara y uno se quede silencioso", afirmó García.
Gálvez, quien era voluntario en el hospital, reconoció haberle gritado "corrupto" a García, pero negó haber usado palabras más fuertes. Según él, por lo menos 40 personas que presenciaron la supuesta agresión comenzaron a gritarle "corrupto" y "abusivo" al Jefe de Estado, pero sin groserías.
García, de 1,94 metros de estatura y cerca de 130 kilos, admitió ayer por primera vez que hubo un incidente cuando visitaba el hospital estatal Rebagliati, pero negó haber golpeado a Gálvez, quien trabajaba de voluntario en ese centro.
La supuesta reacción violenta de García, de 61 años, ha generado críticas de actores políticos y personas corrientes que, aunque critican que se insulte a un Presidente, cuestionan que éste responda así y afirman que quedó claro que no puede tener dominio de sus actos.
"El Presidente no puede ser insultado y eso no es un tema de libertad de expresión", argumentó sin embargo Villa Stein, quien aseguró que en cualquier país del mundo el que lanzó el insulto hubiera sido además arrestado.