Julio Cobos y Cristina Fernández no serán tan amigos como antes. El vicepresidente votó a favor de la oposición.
AFPBUENOS AIRES.- El Senado argentino aprobó hoy una polémica ley que concede un sustancial aumento de las jubilaciones con el voto de desempate del vicepresidente de la Nación, Julio Cobos, que volvió a contrariar al Gobierno de Cristina Fernández.
Después de once horas de debates, en el momento de la votación esta madrugada se produjo un empate en 35 votos, con lo que Cobos hizo valer su condición de presidente del Senado para inclinar la balanza en favor de la oposición.
La nueva normativa hace efectivas jubilaciones que representen el 82 por ciento del salario que cobran los trabajadores, con el criterio de que se ajusten al alza en sintonía con los aumentos salariales que logren las personas en actividad laboral.
Esto supone elevar la jubilación mínima de los actuales 895 pesos (224 dólares) a 1.427 pesos (358 dólares) mensuales, con un costo para el Estado calculado por la oposición en 18.900 millones de pesos (4.748 millones de dólares) anuales y por el oficialismo en 40.000 millones de pesos (10.050 millones de dólares).
Se trata de una "ley de quiebra" que "será vetada", porque el Gobierno no va a permitir "que Argentina y el Estado se suiciden", anunció hoy el jefe del Gabinete de ministros, Aníbal Fernández, mediante mensajes en la red social Twitter.
Dijo que "algunos" de los legisladores que impulsaron esta ley "son los mismos" que hicieron "quebrar al Estado argentino en 2001 y pusieron en riesgo 150 años de construcción política", en referencia a la severa crisis económica e institucional que sufrió el país hace nueve años.
El ministro de Economía, Amado Boudou, había reiterado el miércoles que esta ley llevaría a una situación de déficit a la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses), la entidad estatal que administra el sistema de jubilaciones.
Una de las principales críticas que hace el oficialismo a la iniciativa es que el proyecto no establece cómo se financiarán los incrementos.
La llamada "ley del 82 por ciento móvil", que en agosto pasado había sido aprobada por la Cámara de Diputados, fue apoyada por la mayoría del grupo de la Unión Cívica Radical (UCR) y la Coalición Cívica, segunda y tercera fuerzas parlamentarias, respectivamente, socialistas, peronistas disidentes con el Gobierno de Fernández e incluso un legislador oficialista.
"Yo ya había anticipado mi voto afirmativo", dijo Cobos al desempatar en favor de la polémica normativa, una actitud similar a la que asumió en julio de 2008, cuando rompió con el Gobierno al ayudar a la oposición a rechazar un sistema de impuestos móviles a la exportación de granos tajantemente rechazado por las patronales agropecuarias.
"La sustentabilidad del sistema lo vamos a encontrar con una profunda discusión", aseguró el vicepresidente, el primero en la historia política de Argentina que se pasa a las filas de la oposición.
La oposición sostiene que los aumentos en las jubilaciones se pueden solventar con recortes en otras partidas del Presupuesto, como controvertidos subsidios a diversos sectores o con un aumento de los aportes patronales a la seguridad social.
Aduce que la Corte Suprema de Justicia ha ordenado al Estado cumplir con la demanda constitucional que garantiza la movilidad de las jubilaciones, cosa que el Gobierno argumenta que no puede cumplir porque resulta imposible financiar tal gasto.
En 2008, el Gobierno de Fernández impulsó y logró la aprobación parlamentaria de una ley por la que las jubilaciones mínimas se actualizan dos veces al año, de acuerdo con el índice de inflación oficial, sospechado de una manipulación hacia la baja.
