LONDRES.- La mujer británica que fue filmada mientras arrojaba a un gato vivo a un tacho de la basura en la vía pública, fue multada con 250 libras esterlinas (unos $190 mil) tras admitir haber cometido crueldad contra animales.
Se trata de Mary Bale, de 45 años, quien primero acarició a la gata Lola, de 4 años, y luego la tomó del lomo y la arrojó a un cesto de basura plástico ubicado fuera de la casa del animal en Coventry, en el norte de Inglaterra.
La grabación, captada por cámaras de circuito cerrado, fue subida al sitio YouTube, causando el repudio de millones de personas en todo el mundo.
El caso llegó a ser portada en algunos periódicos británicos y tuvo mucha repercusión en blogs y foros de Internet.
La mujer fue acusada por el organismo defensor de animales RSPCA y admitió su culpabilidad por causar sufrimiento innecesario al felino.
La jueza Caroline Goulborn afirmó que el potencial para lastimar al animal "fue sustancial", aunque la realidad es que la gata salió sana y salva.
Añadió que "el interés de los medios de prensa en este caso resultó que usted fuera odiada en muchas partes y he tomado esto en cuenta a la hora de dictar la sentencia".