SEÚL.- Corea del Sur ha negado la entrada a 200 extranjeros ante las sospechas de que pudieran participar en altercados contra la cumbre del G20, que se celebrará los días 11 y 12 de noviembre en Seúl.
Según fuentes policiales citadas hoy por la agencia Yonhap, la Policía surcoreana ha denegado la entrada al país a 204 personas, 184 de las cuales fueron arrestadas durante la cumbre del G20 en Pittsburg (EE.UU.) el pasado año.
Además, la Policía surcoreana ha intensificado los controles en los aeropuertos en busca de sospechosos de terrorismo y está intercambiando información con agencias de otras naciones para evitar la entrada de miembros de organizaciones terroristas o manifestantes.
El Gobierno surcoreano prevé que unos 81 grupos activistas surcoreanos se manifiesten conjuntamente contra la cumbre que reunirá en el complejo de COEX, al sur de Seúl, a los líderes de las principales economías industrializadas y emergentes.
Los miembros de esas organizaciones civiles han mostrado su oposición a la celebración de la cumbre, así como a sus objetivos y principios.
Asimismo, critican que la Policía quiera limitar las concentraciones y las manifestaciones antes y durante la cumbre, por considerar que supone una violación de sus derechos.
El jefe de la Policía Nacional surcoreana, Cho Hyun-oh, dijo esta semana que no consentirán protestas violentas durante la cumbre del G20 y responderán de manera decidida para evitarlas.
Durante los primeros meses de Gobierno del presidente surcoreano, Lee Myung-bak, Corea del Sur vivió varias de semanas de manifestaciones, algunas de las cuales se tornaron violentas y paralizaron la ciudad de Seúl, en protesta por la reanudación de las importaciones de carne de vacuno estadounidense.
