BUENOS AIRES.- Llovizna cae sobre Buenos Aires. Ésa fue una de las razones por las cuales el traslado de los restos del ex Presidente Néstor Kirchner a Río Gallegos, en la provincia de Santa Cruz, fue pospuesto en al menos dos horas.
"¡Fuerza Cristina!", ha sido uno de los gritos y mensajes más repetidos al interior del Salón de los Patriotas Latinoamericanos, en la Casa Rosada, de las miles de personas que acompañaron -durante 24 horas- a la Mandataria Cristina Fernández y familia.
Pese a que estaba previsto cerrar a las 10:00 las puertas de la capilla ardiente y, en consecuencia, detener el ingreso de adherentes al palacio presidencial, las condiciones climáticas y la gran cantidad de personas obligaron a la Jefa de Estado trasandina a aplazar el cortejo fúnebre y posterior traslado del cuerpo hasta la ciudad natal de Kirchner.
En las afueras de la Casa Rosada esperan "Los Granaderos", escuadrón que escoltará el féretro en su recorrido por las calles Leandro N. Alem, Córdoba, 9 de Julio, Libertador, Figueroa Alcorta, Salguero y Costanera, antes de llegar a la base militar de Aeroparque.
Allí, la urna será ingresada a un avión de las Fuerzas Armadas de Argentina que lo trasladará -en un vuelo de 2 horas y 50 minutos- rumbo a Río Gallegos.
Una vez en su ciudad, la familia realizará una ceremonia íntima en el cementerio municipal, para luego sepultarlo en la bóveda familiarm, a las 16 horas.
Desde la Casa Rosada, además, se informó que la Presidenta Fernández retomará sus labores el próximo lunes.