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Surfista chileno cuenta cómo se salvó de milagro del tsunami en Indonesia

Sebastián Carvallo soportó tres olas gigantes en el techo de paja de un restaurante, en la isla de Mentawai. Cuatrocientas personas han muerto en la tragedia.

29 de Octubre de 2010 | 11:28 | Emol
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El tsunami que azotó Indonesia ha dejado más de 400 muertos, según los últimos reportes oficiales.

EFE

MENTAWAI.-"El tsunami de Indonesia cayó como tren sin frenos, sacudiendo los edificios de 3 pisos".

Estas son las primeras palabras del surfista chileno Sebastián Carvallo, quien se salvó de milagro el pasado lunes cuando un tsunami golpeó las costas de Indonesia, que ha dejado más de 400 muertos. El deportista relató a un diario canadiense cómo se salvó de milagro de la furia del mar.

A los dos minutos de producirse un fuerte terremoto, Carvallo escuchó un ruido lejano en el mar, "como un tren fuera de control", y dice que de inmediato supo que tenía que correr, pues se encontraba con un amigo camarógrafo cerca de la playa viendo videos de surf, actividad que realizaba con más fanáticos de este deporte.

Tras agarrar su notebook y la cámara, se dirigió a la posición más alta que pudo encontrar: el tercer piso de un restaurante con techo de paja en la isla de Mentawai.

Allí, el grupo acurrucado, gritaba y rezaba, y veía con horror cómo tres enormes olas –de por lo menos cinco metros de altura- se estrellaron en la costa occidental de Indonesia.

"El edificio se sacudió muy duro, desde sus fundaciones, casi como que iba a colapsar", dijo Carvallo, de 29 años.

Según el diario, el surfista se las arregló para filmar partes del tsunami que azotó a la isla. Su grabación es una de las pocas que circulan sobre la tragedia.

"Fue ruido y caos. Uno puede escuchar el agua que viene, viene, viene", relató Carvallo. "Y a continuación, antes de que la segunda ola golpeara el edificio, todo el mundo estaba gritando y cuando la ola golpeó (de nuevo) sólo se podía escuchar a la gente rezar".

El surfista, de 30 años, con residencia en La Serena, sobrevivió junto a los 19 invitados y ocho funcionarios del resort donde se encontraba alojado. Dos de ellos se subieron a palmeras para escapar de las olas y otros tres se abrazaron a troncos de árboles.

"Ellos sobrevivieron. No sé cómo", dice el chileno, quien explicó que desde su niñez aprendió a buscar un terreno alto cada vez que había un terremoto en el país.