LA HABANA.- El gobierno de Cuba continúa excarcelando a disidentes que aceptan emigrar a España, pero crece la incertidumbre sobre 13 opositores que rechazan el exilio y siguen detenidos a pocos días de vencer el plazo pactado con la Iglesia para completar la liberación de 52 presos políticos.
Cincuenta excarcelaciones con exilio en España, acompañante del proceso, fueron autorizadas hasta el martes por el gobierno cubano: 39 eran parte de los 52 opositores que quedaban en prisión de un grupo de 75 condenados en 2003, y otras 12 -tres anunciadas el lunes- corresponden a presos sentenciados por cargos de "piratería" y "terrorismo".
La liberación de los 52, todos considerados "prisioneros de conciencia" por Amnistía Internacional, es fruto de un histórico diálogo entre el cardenal Jaime Ortega y el presidente de Cuba, Raúl Castro, quien se comprometió el 7 de julio a realizar esas excarcelaciones en un máximo de cuatro meses, plazo que se cumple el domingo.
El arzobispo de Santiago de Cuba, monseñor Dionisio García, quien como presidente de la Conferencia Episcopal acompañó al cardenal en el encuentro con Raúl Castro, dijo a la AFP confiar en "que van a ser liberados" los que faltan de los 52.
"Son los de esa causa de los 75 y otros más", dijo el prelado. La Iglesia tiene claro que en el total de 52 no se puede considerar a los que no pertenecen a ese grupo de condenados en 2003, aseguró.
Pero la inquietud aumenta en las familias. El proceso de los 52 está detenido desde el 27 de septiembre por 13 que se niegan a emigrar.
Las Damas de Blanco, esposas de los presos políticos, dicen guardar cautelosa esperanza. "Si no lo cumplen vamos a seguir luchando", dijo la líder, Laura Pollán, esposa de Héctor Maceda, uno de los que rechaza emigrar.
"Raúl dio un término de cuatro meses. Si no cumple, que sepa que las Damas de Blanco no se quedan con las manos cruzadas", dijo otra de las dirigentes, Bertha Soler, cuyo marido Ángel Moya también se niega a dejar el país.
Yolanda Vera, esposa del preso político Pedro Argüelles, afirmó que ninguna autoridad la ha contactado: "No tenemos nada en concreto. ¿Qué podemos hacer? Solo nos queda esperar, llorar y pedirle mucho a Dios", dijo a AFP por teléfono desde la central provincia de Ciego de Avila.
El disidente Guillermo Fariñas, a quien el Parlamento Europeo otorgó el Premio Sajarov 2010 tras protagonizar una huelga de hambre de 135 días por la liberación de presos políticos, dice esperar que se respete el plazo pero evalúa eventuales acciones en caso de incumplimiento.
"Creo que los van a liberar, si no, sería burlarse de la Iglesia. Pero el gobierno está presionándolos hasta el último momento para que abandonen el país, porque son una piedrecita en el zapato. Esto es injusto", dijo a la AFP Oscar Espinosa, uno de los 75, excarcelado en 2004.
Espinosa es uno de los 75 que en años pasados recibió "licencia extrapenal" por problemas de salud. Una parte de ellos salió al exilio, pero los que se quedaron, como él, se quejan porque el gobierno puede devolverlos a prisión si estima que incumplen el permiso.
La disidencia, acusada por La Habana de mercenaria de Washington, pide entonces "liberación sin condiciones" y sostiene que el gobierno busca desarticular a la oposición a través del exilio y "desprestigiarla" incluyendo en el pacto con la Iglesia a presos por casos como "piratería".
Cuba ofreció recientemente la salida a Estados Unidos a disidentes excarcelados e incluso a la familia de Orlando Zapata, preso político fallecido en febrero en una huelga de hambre.
En agosto, un grupo de disidentes deploró en una carta al papa Benedicto XVI la "bochornosa" postura de la Iglesia cubana, por considerarla conforme al interés del gobierno.
