PARIS.- Pese a la polémica que ha generado en Europa la expulsión de gitanos, las fuerzas del orden francesas desalojaron este martes a un centenar de miembros de esa etnia que se hallaban en dos campamentos ilegales.
La primera evacuación se produjo en Lyon, donde unos 50 gitanos estaban en las tiendas de campaña ubicadas en unos terrenos próximos a las vías del tren y a la estación de Part Dieu.
La Prefectura (delegación del Gobierno) recalcó que la operación se desarrolló en condiciones de "legalidad" y "humanidad", y que ofreció alojamiento por una noche para una familia de cinco personas.
También aseguró que una quincena de los gitanos aceptó el retorno voluntario a sus países de origen y a otro se le notificó su expulsión.
Una vez que los policías desalojaron a quienes vivían en el campamento, unas máquinas excavadoras derribaron las carpas para evitar que volvieran a ser ocupadas.
Entre los desalojados había muchos niños, algunos de ellos alumnos de escuelas de los alrededores, cuestión que fue puesta de relieve por las asociaciones que les atendían para denunciar la falta de sentido de la operación.
El otro operativo se llevó a cabo en Créteil, en la periferia de París, donde unos cincuenta gitanos fueron desalojados y algunos de ellos recibieron la orden de abandonar Francia por no tener los papeles en regla.
El sábado, las fuerzas del orden ya habían levantado otro campamento de gitanos en Lyon, en el que había unas 60 personas.
La acción contra ese tipo de ocupaciones se ha acelerado tras las órdenes dadas por el Presidente francés, Nicolas Sarkozy. También se han acelerado las expulsiones de gitanos de nacionalidad rumana y búlgara que llevan más de tres meses en Francia (21.384 en los nueve primeros meses del año) sin poder justificar una actividad económica ni ingresos.
