LONDRES.- El director de Comunicaciones de 'Downing Street', Andy Coulson, fue interrogado ayer por la policía británica con relación a su supuesta implicación en un escándalo de interceptación ilegal de teléfonos de personalidades públicas, según confirmó hoy un portavoz del Gobierno británico.
Coulson, ex director del tabloide británico "News Of The World", "acudió de manera voluntaria a un encuentro con agentes de la Policía Metropolitana ayer por la mañana en el despacho de un abogado en Londres", según indicó esta fuente oficial.
El ex director del citado rotativo, actual asesor de David Cameron, se vio involucrado en un caso de escuchas ilícitas de mensajes telefónicos de figuras públicas que data de su época al frente del mencionado medio sensacionalista.
Ese portavoz gubernamental señaló también que el responsable de Comunicaciones del Gobierno, que también mantuvo otro encuentro con la policía hace dos meses, "fue interrogado como testigo y no ha sido detenido ni amonestado".
Un ex reportero de ese tabloide británico, Sean Hoare, afirmó que cuando trabajó con Coulson en esa publicación el entonces director le pidió que interceptara teléfonos, acusación que negó el aludido, y aseguró que esa práctica estaba extendida entre los profesionales del tabloide.
El nombre de Coulson volvió a estar en el punto de mira de los medios británicos a raíz de un artículo publicado el pasado septiembre por el diario estadounidense "The New York Times" en el que se hablaba de la práctica de algunos reporteros de "News Of The World" de interceptar ilegalmente teléfonos de figuras públicas para obtener información.
Ex reporteros de dicho tabloide revelaron al periódico estadounidense que esa práctica estaba más extendida de lo que admitió el dominical británico cuando la policía investigó el caso por primera vez.
En 2007, el director del periódico Andy Coulson dimitió después de que el especialista en familia real Clive Goodman fuera encarcelado, acusado de conspiración para acceder a mensajes telefónicos de la realeza de forma ilegal, un hecho que el periódico calificó de "caso aislado".
En 2009, la policía metropolitana decidió no abrir una investigación para aclarar unas acusaciones hechas por el rotativo británico "The Guardian", en las que se afirmaba que algunos periodistas habían interceptado mensajes de teléfonos de varias figuras públicas.
En aquel momento, el cuerpo policial consideró que las pruebas de las que disponía no eran suficientes para seguir adelante con las pesquisas.