MONTREAL.- Canadá está sopesando prolongar su presencia militar en Afganistán para la formación de las fuerzas de seguridad locales más allá del verano (boreal) de 2011, fecha para la que estaba prevista su retirada, confirmó el lunes la oficina del Primer Ministro, Stephen Harper.
Los militares canadienses abandonarían Kandahar, pero permanecerían en Afganistán hasta 2014, dijo en entrevista con el canal televisivo CBC el portavoz de Harper Dimitri Soudas.
"Los canadienses han sacrificado mucho. Las vidas de nuestros hombres y mujeres no deben caer en vano. Por eso después de 2011 continuaremos desempeñando un papel, pero ese papel no será un papel de combate", agregó.
En cualquier caso, informaciones filtradas a la prensa sugieren que el gobierno está considerando enviar hasta 1.000 efectivos a Kabul para ayudar con las tareas de entrenamiento del Ejército afgano y de la policía.
El Gobierno está preparado para asignar entre 700 y 750 entrenadores militares y a 200 efectivos de apoyo para preparar a las fuerzas afganas para asumir la responsabilidad de combatir a los talibanes.
La misión de combate canadiense en la sureña provincia de Kandahar, en la que participan unos 2.800 soldados, finaliza en julio de 2011, según establece una moción aprobada por el Parlamento.
Sin embargo, en los últimos meses aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), entre ellos Estados Unidos, han presionado a Canadá para que permanezca más tiempo en el convulso país centroasiático.
Las tropas canadienses junto con sus aliados estadounidenses y británicos han sido de las que más bajas han sufrido durante los combates en Kandahar.
Con 152 soldados caídos y más de 1.500 heridos, los canadienses han sufrido las mayores pérdidas per cápita de todos los países de la OTAN, lo que ha generado un fuerte rechazo popular en Canadá a la guerra en Afganistán.