TORONTO.- Una niña canadiense de 15 años, que padece el síndrome de Down, pasó nueve días encerrada con el cadáver de su madre en la casa-remolque en la que vivían las dos.
Mike Prentice, uno de los hermanos de la menor cuya identidad no ha sido revelada, declaró a la televisión pública canadiense, CBC, que la niña no se percató de que su madre había muerto y que durante los nueve días trató de alimentarla y darle sus medicamentos.
"Intentó cuidarla, darle sus pastillas. Intentó hacer que estuviese mejor, intentó abrir una caja de macarrones y les puso queso para alimentar a mi madre", relató.
Afirmó también que su hermana perdió más de 20 kilos durante el tiempo que estuvo con el cuerpo sin vida de su madre, que fue descubierto por una vecina el pasado 14 de septiembre.
Prentice denunció que las autoridades de Columbia Británica, donde vivían las dos mujeres, desoyeron sus reclamos de que la menor no podía vivir con su madre, que era drogadicta y vivía en míseras condiciones en una casa-remolque en la localidad de Chilliwack, a unos 100 kilómetros al este de Vancouver.
El hombre intentó llevarse a su hermana con él en julio y llamó a la policía, pero los responsables de los servicios sociales de la provincia le forzaron a entregar de nuevo a la menor al cuidado de su madre.