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Aung San Suu Kyi, de ama de casa a heroína de la democracia en Myanmar

La dirigenta pasó detenida 15 de los últimos 21 años. Su última condena de arresto domiciliario terminaba el domingo.

13 de Noviembre de 2010 | 10:30 | AFP
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EFE

RANGÚN.- Aung San Suu Kyi, que pasó de ama de casa inglesa a líder opositora y famosa prisionera política de Myanmar, es un poderoso símbolo de la lucha contra la dictadura en uno de los países más opresivos del mundo.


Pero a pesar de su determinación de acero para confrontar a los generales, la ex Birmania no se ha acercado a la democracia luego de 48 años de brutal régimen militar.


Suu Kyi pasó detenida 15 de los últimos 21 años. Su última condena de arresto domiciliario terminaba el domingo.


Cientos de personas acudieron fuera de la sede de su partido y unos 1.000 partidarios se apostaron fuera de su casa antes de su liberación el sábado, tras la cual Suu Kyi salió a saludar a sus seguidores, instándolos a la unidad.


De complexión delgada y con voz suave, Suu Kyi ganó el Premio Nobel de la Paz en 1991 y tiene un rol crucial en mantener la atención del mundo sobre la junta militar de Myanmar y su abuso de los derechos humanos.


Conocida simplemente como "La Dama" por millones de sus compatriotas, se niega a ceder su lucha por su país, rico en recursos.


"Para mí, la verdadera libertad es estar libre de miedo y si no se puede vivir sin miedo, no se puede vivir una vida digna", señaló.


Su partido Liga Nacional para la Democracia (NDL) ganó abrumadoramente las elecciones nacionales de 1990, pero nunca pudo gobernar. Luego de decidir no participar en los comicios del domingo, la agrupación fue disuelta por la junta.


Suu Kyi debió haber sido liberada el 27 de mayo del año pasado. Pero eso cambió cuando un intruso estadounidense nadó en el lago sobre el que se encuentra su casa poco antes de obtener la libertad, afirmando que Dios lo había mandado a advertirle que existía un plan para asesinarla.


Meses más tarde, en agosto, fue condenada a arresto domiciliario por permitir que el invasor, John Yettaw, se quedara dos noches, por considerar que con su decisión había violado las leyes de seguridad.


Luego de ser sometida a una importante operación en septiembre del 2003, fue confinada a permanecer en su casa en la University Avenue en Rangún, como una prisionera de hecho, sin poder usar un teléfono y con visitas restringidas.


Suu Kyi pasó gran parte de su vida en el exterior, antes de regresar a su casa familiar en el Lago Inya de la capital en abril de 1988 para cuidar a su madre enferma, justo cuando el descontento con el régimen militar se tradujo en protestas a favor de la democracia en todo el país.


La líder habló por primera vez a los manifestantes desde los escalones de la histórica Pagoda Shwedagon en Rangún el 26 de agosto de ese año. Todos los que la vieron se sorprendieron con el parecido que tenía con su padre, el general Aung San, el héroe nacional que llevó a Myanmar al borde de la independencia de Gran Bretaña antes de su asesinato en 1947.


"No puedo, al igual que mi padre, ser indiferente a todo lo que está pasando", dijo Suu Kyi, que tenía apenas dos años cuando murió su padre, a la multitud.


Las fuerzas armadas aplastaron el movimiento democrático al mes siguiente. Miles de personas murieron y fueron encarceladas, pero los generales prometieron una elección.


Los líderes militares se han negado a reconocerla, cuestionando su patriotismo y acusándola de ser una traidora y un títere de Gran Bretaña y Estados Unidos.


La lucha de Suu Kyi le ha valido comparaciones con el líder sudafricano Nelson Mandela y el indio Mahatma Gandhi, héroes de la libertad en quienes se ha inspirado en estos años.


Hoy es conocida como una de las ex prisioneras de conciencia más famosas del mundo, pero su dedica

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