EMOLTV

Sarkozy y Chirac deberán declarar por comisiones ilegales a Pakistán en los '90

El caso explotó después que servicios secretos paquistaníes atacaran en 2002 a 11 ingenieros galos, presuntamente en represalia por el cese de estos pagos.

18 de Noviembre de 2010 | 10:55 | EFE
imagen
AFP

PARÍS.- El Presidente francés, Nicolas Sarkozy, y su antecesor en el cargo, Jacques Chirac, serán llamados a declarar en un caso de cobro de comisiones ilegales por la venta de submarinos a Pakistán en los años '90.


La citación se anuncia después de que el ministro de Defensa galo Charles Millon (1995-1997) revelara que una investigación llevada en su secretaría de Estado desveló dicha situación.


La Justicia francesa investiga si algunas de esas comisiones pudieron servir para financiar la campaña presidencial de Edouard Balladur en 1995, de la que Sarkozy era el portavoz.


El caso salió a la luz en la investigación por un atentado en la ciudad paquistaní de Karachi que en mayo de 2002 costó la vida a 11 ingenieros militares galos y que, según el juez encargado del caso en 2007, Marc Trévidic, pudo ser programado por los servicios secretos paquistaníes en represalia por el hecho de que Francia dejara de pagar comisiones por la venta de los submarinos.


El semanario "Le Point" reveló en 2008 la existencia de un informe de la Dirección de Construcciones Navales en el que se mencionaba que el atentado lo cometieron terroristas islamistas por encargo de militares paquistaníes.


Según Millon, el ministro de Defensa del primer gobierno de Chirac, nada más llegar al Elíseo el nuevo presidente ordenó que se investigara si parte del dinero pagado en sobornos a oficiales paquistaníes había vuelto a Francia en forma de comisiones.


La investigación ordenada por Millon permitió al ministro llegar a la "intima convicción" de que parte de ese dinero retornó al país.


Por ello, decidió acabar con los contratos de venta de submarinos a Pakistán, lo que motivó el final del pago de las comisiones a oficiales de ese país y, según la acusación, provocó el enfado de los servicios secretos paquistaníes, que se vengaron con el atentado de Karachi.