Concepción Rodrigo, una portavoz del grupo Amigos del Valle de los Caídos, que presiona para que se reabra el monumento, considera que no hay razón para que los nostálgicos de Franco y los familiares del dictador no puedan acudir a misa en el luga
AFPMADRID.- Los partidarios de Francisco Franco no podrán mañana, sábado, acudir a la misa en memoria del dictador que tendrá lugar en el mausoleo del Valle de los Caídos que alberga sus restos, con motivo del 35° aniversario de su muerte.
Patrimonio Nacional, el organismo estatal que cuida de algunos de los mejores palacios y monumentos españoles, cerró desde abril el acceso la basílica, a unos 40 km al noroeste de Madrid, debido a los trabajos que está llevando a cabo en ella.
Así, la comunidad benedictina al cargo de la basílica celebrará una misa sin público, coincidiendo con el 35 aniversario de la muerte de Franco, el 20 de noviembre de 1975.
Franco ordenó la construcción y participó en el diseño del Valle de los Caídos como un monumento a las víctimas de ambos bandos de la Guerra Civil española (1936-39), que llevó al dictador al poder.
Los cuerpos de entre 40.000 y 60 mil muertos en la Guerra están enterrados ahí, junto con Franco y Primo de Rivera. Pero, para muchos españoles, este monumento, excavado en la roca, en parte merced a los trabajos forzados de presos políticos, y su cruz de 150 metros de alto que domina el mausoleo es el mayor recordatorio de una era dictatorial.
Los nostálgicos del franquismo siguieron reuniéndose durante años desde su muerte en este lugar, hasta que una ley aprobada en 2007 a instancias del jefe del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, cuyo abuelo fue fusilado por los franquistas durante la Guerra Civil, prohibiera los actos políticos en este lugar.
Ahora, la Fundación Franco, que preside su nieta Carmen, considera que el gobierno está utilizando como excusa el peligro potencial para el público de las obras en el monumento para impedir misas en memoria de Franco en la basílica, que consagró el Papa Juan XXIII en 1960.
"Nuestra opinión es que las razones que parece tener el gobierno son pretextos que no se pueden admitir. Tienen otros objetivos", afirma Emilio de Miguel, vicepresidente de la Fundación Franco en Madrid, que quiere que se reabra el templo al público.
En el extremo opuesto, el Foro Social de la Sierra de Guadarrama, una de las varias asociaciones que consideran que el mausoleo debería desacralizarse y convertirse "en un memorial al estilo de los que se han hecho con los campos de concentración nazis", tiene previsto reunirse afuera del Valle de los Caídos para mostrar su repulsión hacia el mismo.