SANÁ.- Veintitrés personas murieron este miércoles en un atentado suicida contra una procesión religiosa en un bastión de la rebelión chiita zaidita del norte del Yemen, atribuido a Al Qaeda.
Este ataque podría debilitar aún más el alto el fuego acordado hace nueve meses entre el poder central en Saná y los rebeldes chiitas zaiditas del norte, el que había puesto fin a un ciclo de seis meses de violencias.
"Un atentado con coche bomba tuvo como objetivo un convoy de automóviles chiita, matando a 23 personas e hiriendo a otras treinta en la provincia de Al-Jawf", precisó el portavoz Mohamed Abdel Salam, citando un primer balance del ataque.
Este balance podría aumentar hasta 30 muertos. El atentado fue perpetrado cuando los zaiditas, unarama del chiismo, se disponían a celebrar la fiesta de Al-Ghadir, que, según la tradición, conmemora el día en que Alí, primer imán de los chiitas y yerno del profeta Mahomed, fue designado como sucesor de éste.
Los fieles se habían reunido en una ruta que lleva al lugar de la celebración en Al-Jawf, fronteriza con la provincia de Amran, otro bastión de la rebelión zaidita, llamada huthia en referencia a su jefe Abdel Malak al-Huthi.
El portavoz de los rebeldes indicó que se trataría de un atentado suicida, pero rechazó acusar a alguien.Por el contrario, un jefe tribal de la provincia de Al Jawf acusó a Al Qaeda, organización violentamente anti-chiita, de ser responsable del atentado.
"Un kamikaze al volante de un vehículo todo terreno se lanzó contra el convoy" que se dirigía a una ceremonia para la fiesta de Al Ghadir, afirmó el jefe tribal.
"Entre los muertos figuran un jefe tribal de Al Jawf, Husein Ben Ahmed ben Hadhbn, y su hijo", precisó.