JERUSALÉN.- El gabinete de seguridad israelí analizó este miércoles un posible aumento de la tensión con el Hezbolá cuando se acerca la fecha en que el tribunal especial para el Líbano (TSL), encargado de investigar el asesinato del ex Primer Ministro Rafic Hariri, entregará su informe.
Según "altos responsables", el eventual cuestionamiento del movimiento chiita libanés en la muerte de Rafic Hariri en 2006 podría provocar "vivas tensiones" entre Israel y El Líbano.
Según la radio oficial, dichas fuentes estiman sin embargo que Hezbolá no debería proceder a "provocaciones inmediatas" si su responsabilidad viniese a probarse.
Ningún comunicado fue publicado al término de la reunión, en la que participaron líderes de las agencias de los servicios secretos israelíes.
El jefe del Estado mayor del Ejército israelí, el general Gabi Ashkenazi, advirtió la semana pasada, durante una visita a Canadá, que Hezbolá podría tratar un golpe de Estado en El Líbano si el TSL le imputaba la muerte de Hariri.
"Existe una real posibilidad que el Hezbolá tome el control del Líbano", había advertido el general Ashkenazi.
El jefe del Hezbolá, Hassan Nasralá, amenazó con "cortar la mano" al que detenga a miembros de su partido en el marco de la investigación del tribunal internacional.
El Hezbolá, el más poderoso movimiento militar en el Líbano, acusa al TSL, encargado por la ONU de la investigación del asesinato de Rafic Hariri, de estar "politizado" y "a sueldo de Israel".
El TSL no ha señalado fecha para la publicación del acta de acusación. Según la televisión pública canadiense "CBC", los investigadores de la ONU y un oficial libanés descubrieron pruebas implicando al Hezbolá en el asesinato de Rafic Hariri.
En 2006, Israel lanzó una guerra contra el Hezbolá, en la que mataron a 1.200 libaneses, en su mayoría civiles. También murieron 160 israelíes, sobre todo militares.
