Seguidores de partidos suníes gritan consignas durante la protesta en contra de los bombardeos contra las mezquitas sufís en Islamabad.
EFEPAKISTÁN.- La marcha organizada por el movimiento Suní y otros grupos religiosos como el Comité Suní Itehad, persigue exigir que el Ejecutivo no derogue la ley antiblasfemia ni indulte a Bibi, pero también protestar contra el terrorismo, la escasa protección de las mezquitas, la corrupción y el alza de los precios, entre otras proclamas.
Bajo el lema "Salvar a Pakistán", los manifestantes tienen previsto trasladarse por carretera desde Rawalpindi hasta la ciudad oriental de Lahore, en cuyo popular santuario sufí perdieron la vida medio centenar de personas en julio en un atentado.
El portavoz del Movimiento Sufí cifró en 8.000 las personas que forman la marcha, pero una fuente de la Policía de Islamabad consultada rebajó el número de manifestantes a un centenar.
En varios puntos de Pakistán se han registrado protestas desde que el pasado 8 de noviembre una corte de la provincia oriental de Punjab condenara a muerte por blasfemia a la campesina cristiana Asia Bibi.
Organizaciones islamistas han criticado la intercesión del gobernador de Punjab, Salman Tasir, para trasladar al presidente, Asif Alí Zardari, a una petición de indulto para la condenada.
Otro blanco de las críticas ha sido el ministro de Minorías, Shahbaz Bhatti, quien ha presentado un informe a Zardari defendiendo la inocencia de Bibi y ha abogado por reformar la ley antiblasfemia de Pakistán para que no prevea penas de muerte.
El mismo ministro, sin embargo, ha insistido en que el abogado de Bibi ha apelado la sentencia ante al Tribunal Superior de Lahore, por lo que el perdón presidencial podría no ser necesario y el caso podría resolverse por alguna de estas dos vías.