BARCELONA.- Los socialistas de Cataluña han admitido que su partido "ha sido derrotado" en las elecciones regionales celebradas este domingo y han felicitado a los nacionalistas de CiU por “su victoria".
Miquel Iceta, portavoz del Partido Socialista de Cataluña (PSC), filial del Partido Socialista Obrero España de José Luis Rodríguez Zapatero, tendió la mano a CiU para “contribuir responsablemente” a combatir la crisis.
Iceta comparecido ante la prensa en la sede central del PSC para valorar el sondeo a pie de urna de la televisión pública catalana TV3, según el cual los socialistas obtendría entre 24 y 27 diputados, frente a los 37 que tiene actualmente, y CiU lograría entre 63 y 66 escaños, situándose muy cerca de la mayoría absoluta (68).
Iceta, con un gesto muy serio y tras recibir el impacto de un huevo que le ha lanzado una persona presente en la sala en la frente, aseguró que será una noche electoral “corta” y que todo apunta a una “amplia victoria” de CiU, coalición de centroderecha a la que ha felicitado "a la espera de los datos definitivos".
"El PSC ha sido derrotado en estas elecciones con un resultado muy inferior a nuestras expectativas", reconoció Iceta.
En cuanto a las causas de esta situación, el dirigente ha subrayado que “no parece muy atrevido” atribuir a la crisis económica una parte importante del desgaste de los socialistas, pero también al giro hacia la derecha que ha experimentado una parte del electorado, tal y como ha pasado en algunos países europeos.
Según el sondeo, realizado a la salida de los colegios electorales, el Partido Popular de Cataluña (PPC) lograría entre 15 y 17 diputados, lo que le convertiría en la tercera fuerza parlamentaria.Los republicanos de ERC, de tendencia independentista, tendrían entre 11 y 13, e ICV-EUiA (de izquierda) entre 8 y 10 diputados.
El partido independentista creado recientemente Solidaritat, del ex presidente del Fútbol Club Barcelona, entraría en el Parlamento con 3 ó 4 diputados.
Los comicios en Cataluña son observados en el resto de España como una prueba a la gestión del Gobierno central, que encabeza el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, ya que son las primeras elecciones que se celebran tras el estallido de la profunda crisis que vive el país.