CARACAS.- Las fuertes lluvias que están cayendo en estos días en Venezuela han dejado, hasta ahora, 25 muertos y más de 33 mil damnificados, y también severos daños materiales, como derrumbe de casas y bloqueo de rutas e instalaciones petroleras, situación que exigió la rápida movilización de ayuda.
La cifra de víctimas mortales se elevó este miércoles, tras el hallazgo de cuatro cadáveres en una zona popular en el centro de Caracas, según declaró a la televisora "VTV" el director nacional de la oficina de Protección Civil, Luis Díaz Curbelo.
El funcionario precisó además que se han habilitado 259 refugios en todo el país, concentrados sobre todo en los estados del centro-norte de Venezuela, los más afectados por estas lluvias, que han destrozado miles de viviendas, la mayoría precarias casas construidas en cerros.
El ministro de Defensa, el general Carlos Mata, informó por su parte que un total de 33.442 personas están refugiadas en albergues y unos 10.000 efectivos de las Fuerzas Armadas han sido desplegados para colaborar en labores de rescate o ayuda.
"Estamos atendiendo las emergencias y poniendo todo el empeño y los recursos del Gobierno que se merecen todas las personas que han sido afectadas", aseguró el ministro, que encabeza una comisión de emergencia designada por el Presidente Hugo Chávez para coordinar ayuda y asistencia a los afectados.
El martes, el gobierno venezolano declaró en emergencia a tres nuevos estados -Vargas, Miranda y el Distrito Capital, donde se incluye la mayor parte de Caracas-, que se sumaron al de Falcón, declarado en emergencia el lunes.
Falcón es uno de los más golpeados por las lluvias, con 35 mil personas afectadas, precisó Díaz Curbelo. Numerosos municipios de la península de Paraguaná, en el norte de Falcón, están totalmente anegados.
Otros estados afectados son Nueva Esparta, donde se encuentra la turística Isla Margarita, Carabobo y Aragua, todos en la franja norte del país y ubicados sobre la costa del Mar Caribe, donde la navegación se ha suspendido intermitentemente debido a fuertes oleajes y viento.