La cantante y ex modelo ha sufrido de cerca las secuelas de la epidemia: su hermano murió de sida en 2006.
EFEPARÍS.- La primera dama de Francia, la cantante y ex modelo Carla Bruni-Sarkozy, aseguró hoy que cuando en 2008 se convirtió en embajadora mundial contra el sida, subestimó su capacidad para movilizar a la gente en la lucha contra el VIH.
"Me sentí muy pequeña ante la tarea y ante la crudeza de los datos", dijo Bruni en un acto para recaudar fondos para combatir el mismo virus que en 2006 acabó con la vida de su hermano Virginio y que la llevó a poner su mediática imagen al servicio del Fondo Mundial para la protección de las madres y los niños contra el sida.
Pero a través de su nuevo trabajo, y en parte gracias a un viaje a Burkina Faso para conocer de cerca a quienes luchan por combatir esa enfermedad en aquellos países donde más víctimas se cobra, la esposa de Nicolas Sarkozy se convenció de la posibilidad real de erradicar la transmisión de madres a hijos en el horizonte de 2015.
"Subestimé el ingenio de los investigadores", el de las instituciones y los gobiernos y "subestimé también mi propia capacidad para movilizar a la gente".
Los datos que manejan instituciones que participaron en el acto en las dependencias del Palacio del Elíseo, como Unicef o Unitaid, apuntan a que en los últimos cinco años el número de niños que nacen con sida ha descendido un 25 por ciento.
No obstante, la mitad de las madres infectadas por el virus aún no recibe tratamiento, lo que eleva al 40% las posibilidades de que sus hijos nazcan contagiados con el VIH.
Cada día, destacaron, 1.000 niños nacen con el virus porque sus madres son portadoras del VIH, un canal de transmisión casi erradicado en los países desarrollados pero que afecta a 2,5 millones de niños en los rincones más pobres del planeta, especialmente en África.
"Tenemos motivos para mantener la esperanza", aseguró Bruni, quien confía en que el Fondo Mundial, que asegura haber salvado 5,7 millones de vidas y de haber evitado que cerca de un millón de madres transmitan el VIH a sus hijos, logre que ningún niño nazca infectado para 2015.
Pero además de los desafíos de financiación para progresar en el campo de la salud, Bruni destacó la "estigmatización" de las mujeres infectadas como otro de los obstáculos a superar.
Y lo hizo al referirse al "pack madre-bebé" de Unitaid, un paquete de medicamentos e información cuyo coste es de 50 euros (unos 65 dólares) y que sirve para prevenir el contagio de madres a hijos.
Las medicinas, empaquetadas en una colorida caja, vienen acompañadas de una bolsa oscura donde guardarlas para que no se identifique a las madres que recojan el pack anti-transmisión.
"Tienen miedo de que sepan que están infectadas, de hacerse pruebas, de tratarse..." señaló la primera dama.