Lula niega problemas con Wikileaks y afirma: "Obama es quien debe preocuparse"

RÍO DE JANEIRO.- El Presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, reiteró este viernes que las filtraciones de documentos diplomáticos de Estados Unidos por parte de Wikileaks no causa problemas para Brasil.

"El que debe estar preocupado es el Presidente (Barack) Obama", señaló en una entrevista concedida en Río de Janeiro a corresponsales de la prensa extranjera.

Lula afirmó además que las revelaciones de documentos "lastiman un poco la nobleza de la diplomacia mundial y de la diplomacia estadounidense".

"Creo que esto es una lección para que, de ahora en adelante, los embajadores sean más responsables en sus cables", agregó el Mandatario, en una aparente alusión a informes enviados por antíguos embajadores de Estados Unidos en Brasilia, uno de los cuales reveló la existencia de sectores antinorteamericanos en el gobierno de Lula.

En la entrevista concedida menos de un mes antes de entregar el gobierno a su sucesora electa, Dilma Rousseff, Lula aseguró que no hubo un deterioro de las relaciones entre Brasilia y Washington a lo largo de su gestión.

"Es posible que en Brasil haya gente a la que no le gusta Estados Unidos. Estados Unidos es un socio excepcional, privilegiado, con el que tenemos relaciones políticas, comerciales y culturales muy importantes", expresó.

No obstante, admitió que existen divergencias entre Brasilia y Washington, en especial en lo que se refiere a la "mirada estrecha" de Estados Unidos hacia América Latina.

"Lo único que lamento es que muchas veces Estados Unidos tiene una mirada estrecha hacia América Latina. Ellos deberían tener una visión más amplia sobre qué representa Latinoamérica para Estados Unidos. No hay en el mundo lugar más pacífico que Latinoamérica. Sería importante que Estados Unidos dirigiera su mirada hacia los países chicos de Centroamérica, que no permitiera que entraran en crisis", expresó.

Pese a las críticas, aseguró que sostiene buenas relaciones personales con Obama, así como con su antecesor, George W. Bush, y aseguró que la relación entre Brasilia y Washington "seguirá siendo buena" tras la investidura de Dilma Rousseff como Presidenta brasileña.