BRASILIA.- Un estudio divulgado por la Confederación Nacional de Municipios (CNM), que investigó las acciones adoptadas contra el crack, reveló que dicha droga se ha convertido en un problema para el 71% de las 5.563 ciudades brasileñas.
En la investigación sólo fueron identificadas 79 ciudades en las que no se comprobó ni circulación ni consumo de crack, y también se indicó que en el 92% de los casos no existen programas municipales efectivos para el combate contra esa droga.
El director de la CNM, Paulo Ziukowlsky, afirmó en rueda de prensa que la circulación y consumo de crack alcanzó una "dimensión nacional" y que "no existen políticas públicas con una estrategia común" para atajar el problema.
Ziukowlsky señaló la necesidad de "desarrollar planos eficaces con especial atención en los municipios situados en las fronteras", el principal acceso de las drogas a Brasil, y también de aumentar el control sobre los productos químicos utilizados en la composición del crack.
Según el estudio, en todo el país solamente 1.518 municipios tienen programas propios para prevenir a la población sobre el uso de drogas ilícitas.
El funcionario reconoció que faltan políticas enfocadas hacia la educación de los jóvenes "para prevenir el problema" y denunció que los planes contra el consumo de crack "se quedaron en el papel y no se convirtieron en realidad".
Según cálculos del Ministerio de Justicia, en Brasil existen 600.000 consumidores de crack, una droga que por sus bajos precios en relación a otras ha penetrado con fuerza en las capas más pobres de la sociedad.