Despiden a empleados de la mina neozelandesa donde murieron 29 trabajadores

WELLINGTON.- Los administradores judiciales de la mina neozelandesa donde perecieron 29 mineros en noviembre han despedido a la mayor parte de los empleados, con la consiguiente indignación de los sindicatos, según se supo este martes.

Un total de 114 de los 157 empleados de Pike River Coal fueron despedidos, indicó el administrador PricewaterhouseCoopers (PwC), y justificó la decisión por la carga financiera de la catástrofe del 19 de noviembre.

Ese día, una violenta explosión dejó encerrados a 29 mineros en las profundidades. Los días siguientes, la mina fue sacudida por nuevas explosiones que acabaron con las esperanzas de encontrar a hombres con vida.

Cada empleado despedido tiene derecho a un máximo de 18.700 dólares australianos (13.900 euros), precisó John Fisk, de PwC.

El EPMU, el sindicato del sector minero neozelandés, expresó su gran inquitud por el futuro de esos empleados.

Estos despidos son "un golpe cruel unos días antes de las vacaciones de Navidad", declaró Andrew Little, secretario nacional del EPMU, a Radio New Zealand.

La principal accionista de Pike River, la firma New Zealand Oil and Gas, recurrió a unos administradores judiciales el lunes e indicó que las deudas de la mina superan por mucho sus activos.

Casi un mes después del accidente, el pozo sigue cerrado y los cuerpos no han sido recuperados.

Según el alcalde del condado, Tony Kokshoorn, las empresas locales que han contribuido a las operaciones de salvamento corren peligro de no ser pagadas porque no forman parte de los acreedores preferentes, según la clasificación del administrador judicial.

Pike River Coal está situada en la costa occidental de la isla del sur de Nueva Zelanda, una región aislada y sin tejido económico dinámico.