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Santiago: Viernes 26 de abril del 2024 | Actualizado 20:43
MANILA.- La Justicia filipina ordenó hoy, viernes, la puesta en libertad de 43 trabajadores sanitarios detenidos desde febrero y acusados de pertenecer a la guerrilla comunista sin pruebas concluyentes y sin derecho a un proceso judicial.
La magistrada Gina Escoto confirmó la liberación de los detenidos, arrestados durante diez meses por posesión de armas de fuego y explosivos en periodo electoral y por supuestamente formar parte del Nuevo Ejército del Pueblo (NEP), el brazo armado del ilegal Partido Comunista del país.
Esta decisión se produce una semana después de la orden dada al Departamento de Justicia para retirar los cargos por el Presidente Benigno Aquino, quien afirmó que los sospechosos no habían tenido derecho a un proceso justo.
Aquino sustituyo el 30 de junio en la jefatura del Estado filipino a Gloria Macapagal Arroyo, quien gobernaba el país desde enero de 2001.
Los detenidos iniciaron una huelga de hambre el 3 de diciembre para exigir su liberación después de que numerosas organizaciones defensoras de los derechos humanos denunciaran su situación.
Según la versión del Ejército, cinco de los arrestados confesaron su pertenencia al NEP y fueron apartados de sus compañeros, quienes han permanecido encerrados en la cárcel de Bicutan, en Manila.
Los trabajadores fueron arrestados en febrero en un hotel de la localidad de Morong, al sur de la capital, donde acudieron para participar en un seminario de formación sanitaria.
El Ejército ha dicho que ese curso no era más que una tapadera del NEP para entrenar combatientes en explosivos y tácticas guerrilleras.
La decisión de la Justicia coincide con el inicio de la tregua por Navidad declarada por el Ejército y este grupo armado que cuenta con más de 5.000 combatientes y que lleva alzado en armas contra el Gobierno desde su fundación, en 1969.
