SAN JOSÉ.- Un sacerdote católico de Costa Rica, líder de la organización religiosa Obras del Espíritu Santo, aseguró hoy haber sido víctima de una treta del narcotráfico, que usó un cargamento de juguetes enviado a niños pobres de Nicaragua para camuflar 334 kilogramos de cocaína.
"Fuí víctima del narco, sólo por Dios y por los niños sigo adelante con mi propósito, en primera instancia sólo deseaba salir corriendo y clavarme en el lago de Nicaragua", dijo el religioso Sergio Valverde al periódico local "Diario Extra".
El cargamento de cocaína, camuflado entre los juguetes y golosinas, fue incautado el fin de semana en el puesto fronterizo nicaragüense de Peñas Blancas. Era trasladado en un camión, que el grupo religioso rentó para llevar la ayuda a los niños nicaragüenses. Se trataba de un cargamento de 5.000 bolsas de confites y 5.000 juguetes.
Los narcotraficantes cambiaron 1.650 juguetes para camuflar la cocaína, según dijo el sacerdote.
La policía sospecha que los narcotraficantes están vinculados al cártel de Zacapa, de Guatemala.