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Santiago: Viernes 26 de abril del 2024 | Actualizado 08:13
LA HABANA.- Cuba condenó este lunes de 5 a 15 años de prisión a 13 funcionarios acusados de malversación y abandono en la trágica muerte por frío y desnutrición de 26 enfermos mentales en enero de 2010, según una nota oficial.
El Tribunal Provincial de La Habana, que realizó el juicio del 17 al 22 de enero, impuso las penas mayores -por ambos delitos- al director del Hospital Siquiátrico, Wilfredo Castillo, 15 años; al vicedirector administrativo, 14 años; y a la especialista en dieta, 12 años.
Con penas de entre 5 y 10 años fueron sancionados tres directivos médicos por "abandono de incapacitados y desvalidos", y otros siete por "malversación" de los recursos del hospital, precisó la nota publicada en la edición digital del diario oficial Granma y leída en el noticiero de televisión.
"El órgano judicial consideró probados los hechos imputados por la Fiscalía y a los acusados como responsables, indistintamente, según el grado de participación", de los delitos "en su modalidad agravada al producirse la muerte de varias personas", subrayó el texto.
Según la fiscalía, los directores no tomaron precauciones para proteger a los enfermos durante la ola de frío que afectó a la isla en enero de 2010 -con temperaturas que bajaron a los 3,6 grados centígrados-, como repartir abrigos y cobijas, tapar ventanas sin vidrios o instalar a los pacientes en mejores salas.
De acuerdo con las investigaciones, los alimentos eran robados por personal del hospital. Entre los sancionados están los jefes de los departamentos de "nevera", almacén y comedor y cocina.
Una evaluación clínica reveló signos de "desnutrición" y "anemia" entre los fallecidos, aunque el hospital recibía alimentos para 2.458 camas y su ocupación promedio era de 1.484.
La pena impuesta al director del hospital -que tampoco podrá ejercer su profesión durante 15 años- es mayor que la solicitada por el fiscal, quien había pedido 14 años, en tanto una décimo cuarta acusada, la jefa de farmacia, deberá pagar una multa equivalente a unos 280 dólares.
La muerte de los enfermos, que provocó gran conmoción e indignación en los cubanos, puso en el tapete el deterioro de los servicios de salud, emblema de la revolución, y evidenció la extendida corrupción que afecta a las instituciones del Estado.
