KANDAHAR.- Más de 400 presos, en su mayoría talibanes, se fugaron durante la noche, a través de un túnel subterráneo de la principal prisión de Kandahar, en el sur de Afganistán, informó el lunes un funcionario.
El gran escape carcelario en Kandahar, que es el objetivo militar internacional a fin de derrotar a la insurgencia local, es una evidencia de que el gobierno afgano sigue siendo débil y fácilmente manejable en el sur, pese al creciente flujo de tropas internacionales, financiamiento y asesores.
La fuga se produce después de años de mejoras en el sistema de seguridad en la prisión Sarposa, con capacidad para 1.200 presos después de una violento ataque talibán en el 2008 donde fueron liberados 900 prisioneros.
El domingo por la noche, 476 presos se deslizaron por un túnel que había sido excavado entre la prisión y un punto exterior, y se perdieron en la ciudad de Kandahar, dijo el alcaide Ghulam Dastagir Mayar, añadiendo que muchos de los que se fugaron eran milicianos talibanes.
Un portavoz talibán, Zabiula Mujaid señaló que los insurgentes cavaron un túnel de 320 metros (1,050 pies) de largo desde el exterior hasta la prisión en más de cinco meses, y los reclusos fueron dirigidos a su libertad por tres presos que estaban enterados del plan.
Un centenar de los prófugos eran comandantes talibanes, y la mayoría de los restantes eran combatientes insurgentes, agregó Mujahid.
En el ataque del 2008, docenas de milicianos en motocicletas y dos atacantes suicidas atacaron la prisión.
Uno de los suicidas voló una carga explosiva colocada en un camión cisterna en las puertas de la prisión mientras que el otro se volaba abriendo una ruta de escape en una pared trasera. En esa ocasión se fugaron 900 reclusos, entre ellos 400 talibanes.
