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Santiago: Viernes 26 de abril del 2024 | Actualizado 14:46
TEGUCIGALPA.- El presidente hondureño Porfirio Lobo aceptó la renuncia de los ministros de Seguridad y de Relaciones Exteriores, Oscar Alvarez, y Mario Canahuati, de acuerdo con un comunicado leído a la prensa por un colaborador cercano del mandatario.
También renunciaron los viceministros de Seguridad, Armando Calidonio y Roberto Romero, y los directores ejecutivos del Fondo de Inversión Social, Nasry Asfura, y de Ingresos, José Oswaldo Guillén.
El comunicado oficial lo leyó a los periodistas el secretario privado presidencial, Reinaldo Sánchez.
En el comunicado, Lobo anunció como nuevo ministro de Seguridad al capitán retirado del ejército Pompeyo Bonilla y como canciller a Alden Rivera, que antes era subsecretario de Relaciones Exteriores.
"Mi función es interina como canciller y estoy pendiente de recibir instrucciones del señor presidente (...) y estoy dispuesto a engrandecer la administración del presidente Lobo", dijo Rivera.
Por su parte, Bonilla dijo que asumió el puesto de "ministro de Seguridad con toda la responsabilidad del caso y en las nuevas funciones espero contar con el apoyo de la ciudadanía, porque seguridad es vivir en paz en un país".
La Casa Presidencial dijo en el comunicado que "algunos de los destituidos continuarán siendo parte del equipo de gobierno del presidente Lobo estarán ayudando en otras posiciones (...) y el presidente agradece los servicios prestados a la patria y a la labor desempeñada por los funcionarios referidos".
Lobo reconoció "de manera especial la valiosa labor desempeñada por el señor Alvarez y su equipo".
Es la mayor sacudida que se produce en el gabinete de gobierno a menos de dos años de su administración, tras asumir en enero de 2010.
Alvarez admitió la semana pasada que la policía hondureña había sido infiltrada por el narcotráfico, lo que muchos sectores, en especial el empresariado, denuncia desde hace años.
El ex ministro Álvarez afirmó haber detectado al menos 20 jefes policiales que servían a narcotraficantes internacionales y dijo con ironía que ellos se habían convertido en "controladores aéreos" de decenas de avionetas que en cuatro años han aterrizado en el territorio nacional con cocaína procedentes de Colombia y con destino a Estados Unidos.
Asimismo, Álvarez se reunió en agosto dos veces en Washington con su colega estadounidense Janet Napolitano.
En conferencia de prensa, Álvarez dijo que Lobo le ofreció ser canciller y embajador de Honduras en la Organización de Estados Americanos (OEA).
"Yo no acepté ningún otro cargo", subrayó Álvarez. Lamentó que "no logré mi objetivo de depurar la policía de Honduras por la falta de apoyo económico (...) y afecté grandes intereses del narcotráfico, lavado de activo y de secuestradores".
Es la segunda vez que Álvarez ocupaba el cargo. Lo hizo primero en la administración del presidente Ricardo Maduro de 2002 a 2006, del mismo partido político que Lobo, el oficialista Nacional.
Lobo anunció el viernes en una reunión pública en Santa Rosa de Copán, a unos 400 kilómetros al oeste de Tegucigalpa, que pronto habría cambios en su gobierno por estar "muy preocupado" por la ola de violencia que agobia al país, donde al menos 20 personas son asesinadas cada día.
El Comisionado Nacional de Derechos Humanos, Ramón Custodio, ha advertido que de mantenerse la tendencia de criminalidad Honduras podría cerrar el 2011 con una tasa de 86 homicidios por cada 100.000 habitantes, que sobrepasa 11 veces la tasa mundial de 8,8 homicidios por cada 100.000 habitantes.
