GINEBRA.- La ONU advirtió hoy sobre el nuevo nivel de violencia que alcanzan los enfrentamientos entre el Ejército sirio, leal al régimen de Bashar al-Assad, y las fuerzas opositoras, aunque reconoció que carece de los medios para cuantificar el número de víctimas.
"Lo que ocurre en el terreno es muy difícil de verificar y por eso hemos parado de actualizar la cifra de víctimas (...), pero parece que hay una escalada de violencia muy peligrosa y alarmante" que también afecta a la periferia de Damasco, comentó Rupert Colville, portavoz de la Oficina de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, en Ginebra.
Aclaró que nadie duda "ni por un segundo" de que el número de heridos y muertos continúa aumentando, pero insistió en que su organismo "no está en posición de verificar" las cifras que llegan desde Siria y que tienen su origen en grupos de la oposición.
El portavoz reiteró el llamamiento de la ONU a las autoridades sirias para que "detengan el asesinato de civiles", al tiempo que urgió "a los combatientes de la oposición a actuar con extrema prudencia para que no haya más asesinatos innecesarios".
La última cifra proporcionada por la ONU data de mediados de este mes y daba cuenta de más de 5.400 muertos, pero desde entonces se ha informado de decenas y, en ocasiones, centenares de víctimas mortales cada semana.
La última gran ofensiva de los militares de Al-Assad se ha centrado en la periferia de la capital, donde sólo este domingo pueden haber muerto unas cien personas en los combates.
El Consejo de Seguridad de la ONU tiene previsto hoy abordar la situación de los derechos humanos en Siria, con un proyecto de resolución que pide la salida del poder del presidente sirio, pero al que -por este motivo- se oponen China y Rusia.
