EMOLTV

Sacerdotes asesinados en Colombia habrían planeado su muerte

Los religiosos habrían contratado a una pareja de sicarios con el fin de ocultar que padecían una enfermedad incurable.

14 de Febrero de 2012 | 17:46 | DPA

BOGOTÁ.- El caso del asesinato de dos sacerdotes, que en enero del año pasado causó conmoción en Colombia, dio hoy un giro sorpresivo a raíz de investigaciones de la Fiscalía General que indican que los religiosos colombianos presuntamente planearon su muerte.


Los sacerdotes Rafael Reátiga y Richard Píffano aparecieron muertos dentro de un automóvil en la madrugada del 27 de enero de 2011 y de inmediato las autoridades sospecharon de un robo, pues el día anterior, cuando desaparecieron, habían retirado del banco una gruesa suma de dinero que no fue encontrada.


Los investigadores de la Fiscalía siguieron la pista a las llamadas telefónicas hechas por los sacerdotes pocas horas antes del ataque a balazos y llegaron a una banda de sicarios, donde dos de sus miembros fueron arrestados y acusados hoy formalmente del crimen.


Según la investigación, los sacerdotes habrían hecho un pacto de muerte a raíz de una enfermedad contagiosa incurable que tenía uno de los dos, por lo que supuestamente decidieron contratar a pistoleros a quienes pagaron 15 millones de pesos colombianos (unos 8.400 dólares).


La fiscal Patricia Larrota dijo durante una audiencia de formulación de cargos contra los acusados que los sacerdotes, que aparentemente tenían una relación amorosa, tomaron la decisión de suicidarse porque uno de ellos fue diagnosticado de sífilis y VIH.


Los dos se desplazaron al Cañón de Chicamocha (noreste) decididos a lanzarse al vacío, pero no pudieron porque ante el alto índice de suicidios en esa zona del departamento de Santander las autoridades decidieron poner una barreras de contención.


"Como la vía estaba con barandas de contención no fueron capaces (de suicidarse) y, por lo tanto, la única opción que ya veían era la de buscar una persona que segara sus vidas", dijo la fiscal.


La hipótesis del robo empezó a perder peso para los investigadores hace varios meses, cuando se estableció que Reátiga y Píffano, los dos de 30 años, pusieron sus asuntos personales en orden y cancelaron todos los compromisos que tenían para después del 26 de enero.


Uno de ellos canceló ceremonias de bautizo que debía presidir, mientras que el otro escrituró todas sus propiedades a su madre.


Además, asistentes de los sacerdotes en los templos donde trabajaban en Bogotá confirmaron a la Fiscalía que el día del asesinato ambos dieron instrucciones para que otros colegas se encargaran de oficiar las misas de la tarde y la noche.


Los familiares de los sacerdotes rechazaron el contenido de la investigación, negaron que estos tuvieran una relación homosexual y exigieron que los cadáveres sean exhumados para que se demuestre que fueron asesinados en el marco de un robo.

EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?