LONDRES- La reina Isabel II de Inglaterra celebró sus 60 años en el trono con un discurso en el que elogió la experiencia que acompaña a la edad y aseguró que se seguirá entregando a servir a su país "ahora y en los años venideros".
La monarca de 85 años, ataviada con un vestido amarillo claro y sombrero a juego, se dirigió a las dos cámaras del Parlamento, en una ceremonia marcada por el esplendor, así como por el tono moderado que adoptó para sobrevivir a seis décadas como reina.
"Durante ese periodo uno puede ver que la experiencia de la venerada edad avanzada puede ser una guía adecuada, pero no es un requisito para el éxito en un cargo público", añadió.
"Así, en una época en la que el regular y digno ritmo de vida llama menos la atención que hacer algo extraordinario, estoy segura de que sólo soy la segunda soberana que celebra el aniversario de Diamantes", agregó en referencia a la reina Victoria, su tatarabuela.
Añadió que desde que llegó al trono en 1952, tuvo el "agradable placer" de despachar con 12 primeros ministros y firmó la entrada en vigor de 3.500 leyes.
La monarca quiso además agradecer el apoyo que recibió de su familia y en particular de su marido, el príncipe Felipe (de 90 años) a quien describió como una "fuerza constante y una guía".
La reina indicó que la asociación de su país con las 54 naciones de la Commonwealth le enseñó que "el contacto más importante entre naciones normalmente es el contacto entre sus pueblos".
La Commonwealth, agregó, "fructificó y creció" al promocionar y proteger exitosamente ese contacto.
Al discurso en Westminster, el edificio construido hace 900 años que ha desempeñado un papel crucial en el papel de la familia real británica y en la historia legislativa del país, acudieron diputados, miembros de la Cámara de los Lores, políticos veteranos y otros cargos públicos.
