Tropas sirias respaldadas por tanques incendian casas en zonas rebeldes

BEIRUT.- Tropas sirias enviadas por el Gobierno de Bashar al-Assad incendiaron varias viviendas en distintos puntos del país mientras efectúan raids para hallar a activistas opositores, según denunciaron grupos opuestos al régimen este martes.

Los efectivos militares eran respaldados por tanques. Varias casas fueron derribadas con maquinaria pesada, de acuerdo a las mismas fuentes.

El Observatorio Sirio de los Derechos Humanos, con base en el Reino Unido, cifró en 34 las muertes registradas este lunes, 16 de ellas civiles y nueve desertores del Ejército que se pasaron a la oposición.

Las acciones siguen al ultimátum emitido por el enviado de la ONU, Kofi Annan, quien fijó el 10 de abril como plazo para que el Gobierno cumpla con el plan de paz para terminar con la violencia en el país.

Pese a que el régimen de Damasco afirmó su intención de retirar sus tropas desde las ciudades antes de esa fecha, tanto Estados Unidos como la oposición se muestran escépticos.

Dramático hallazgo en hospital

Este lunes, los enfrentamientos más violentos ocurrieron en la región central de Homs, después de que los rebeldes tomaron el control de un hospital en situado en el distrito de Jouret al-Shayah.

Grupos de derechos humanos acusaron a las fuerzas del régimen de torturar a activistas heridos en ese centro asistencial.

Los Comités de Coordinación Local de la oposición y el Observatorio Sirio , revelaron que los rebeldes hallaron cerca de 70 cadáveres en los refrigeradores del hospital, los que corresponderían a civiles asesinados en los recientes combates.

En el sur, docenas de tanques rodearon el pueblo de Dael durante la mañana. Allí quemaron o derribaron las casas de supuestos opositores.

"Ellos se enfocaron en los activistas. Tenían sus nombres y los estaban rastreando", afirmó Adel al-Omari, un opositor local, quien habló por teléfono con la agencia AP desde un jardín en el que se ocultaba.

También fueron incineradas viviendas en la ciudad de Haas, al noroeste del país. Un activista dijo que en una casa fueron muertas siete personas.