Trabajadores españoles protestan contra la política de austeridad

MADRID.- Decenas de miles de trabajadores se manifestaron este Primero de Mayo en todas las grandes ciudades españoles contra la reforma laboral y los recortes sociales puestos en marcha por el gobierno conservador de Mariano Rajoy en respuesta a la grave crisis económica que vive el país.

Las manifestaciones convocadas por las dos grandes centrales sindicales, Comisiones Obreras (CCOO) y Unión General de los Trabajadores (UGT), se desarrollaron bajo el lema "Quieren acabar con todo", en alusión a lo que se considera un ataque frontal del gobierno al Estado de bienestar.

Poco antes de comenzar la marcha por el Día Internacional del Trabajo en Madrid, el secretario general de CCOO, Fernández Toxo, advirtió de que los ciudadanos están al límite de su capacidad de aguante por las duras medidas de ajuste aplicadas por el actual gobierno en su intento de reducir el abultado déficit público.

Toxo instó a Rajoy a que rectifique su política anticrisis y deje de ser un dirigente "dócil y servil" por aplicar a rajatabla las medidas de austeridad que reclama a sus socios la canciller de Alemania, Angela Merkel.

Por su parte, el secretario general de UGT, Cándido Méndez, llamó a los españoles a luchar contra la cada vez mayor destrucción de empleo y acusó al gobierno de buscar la "demolición" de los servicios públicos y de querer cambiar el modelo social en España.

Los sindicatos sostienen que, lejos de contribuir a la creación de empleo como pretende el gobierno del Partido Popular (PP), la reforma laboral destruirá aún más puestos de trabajo en un país donde el desempleo afecta actualmente a un número récord de 5,6 millones de personas, el 22,44 por ciento de la población económicamente activa.

La reforma laboral facilita y abarata el despido, les permite a los empresarios reducir unilateralmente los salarios y restringe el poder de los sindicatos en las negociaciones sobre las condiciones laborales. Las organizaciones sindicales están especialmente molestas con la negativa del Ejecutivo de Rajoy a aceptar negociaciones para cambiar aspectos esenciales de la nueva legislación laboral.

El movimiento sindical español ya había comenzado en febrero, menos de dos meses después de la asunción del gobierno de Rajoy, a organizar protestas en las calles contra la política de ajustes y recortes del Ejecutivo conservador.

El gobierno se enfrentó el 29 de marzo con una primera huelga general. Los sindicatos anunciaron más movilizaciones de protesta mientras el gobierno no rectifique.