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Santiago: Viernes 19 de abril del 2024 | Actualizado 01:32
COPENHAGUE.- Varios expertos en terrorismo y ultraderecha defendieron hoy en el juicio en Oslo por los atentados del pasado 22 de julio en Noruega que las ideas del extremista Anders Behring Breivik se pueden encuadrar dentro de los movimientos fascistas y antiislámicos.
"Independientemente de lo fragmentada y bizarra que parezca, tanto ante el tribunal como en su manifiesto ha expresado una imagen del mundo bastante coherente, que en el sentido académico se puede llamar fascista", señaló Terje Emberland, historiador de las religiones, en una comparecencia retransmitida por la televisión noruega NRK.
La creencia en un despertar nacional y en una guerra purificadora contra el enemigo o la apelación al martirio son comunes a las ideologías fascistas, señaló Emberland.
La amenaza para la existencia de la propia raza, una visión de la decadencia de la civilización o el uso de grados propios o de una simbología romántica lo emparentan también con las SS nazis, sostuvo el historiador, quien cree que Breivik optó por eliminar o cambiar algunos elementos por razones tácticas.
Comprendiendo ese marco ideológico, sus ideas "no son necesariamente un caso de psiquiatría clínica", defendió Emberland en alusión al primer estudio mental practicado a Breivik, que le diagnosticó una esquizofrenia paranoide y lo consideró no responsable penalmente de los atentados.
Más crítico aún con este informe fue el experto en ultraderecha y terrorismo Tore Björgo, de la Escuela Superior de Policía de Oslo, quien acusó a los psiquiatras de desconocer las circunstancias que rodean los ambientes de extrema derecha.
El miedo de Breivik a ser vigilado por los servicios de inteligencia noruego es "realista" y no expresión de paranoia, y cuando habla de guerra civil en Europa lo hace usando un concepto común a otros extremistas, explicó.
El periodista Öyvind Strömmen, que ha investigado los círculos de extrema derecha en la actualidad, emparentó también a Breivik con los grupos islamófobos en contra de la yihad, que defienden un conflicto bélico contra los musulmanes que han emigrado a Europa.
Strömmen resaltó que ideas como la de que existe una conspiración marxista en Europa para permitir el triunfo del islamismo o la defensa de los "caballeros templarios" aparecen en otros autores y no son producto de la imaginación del extremista de 33 años.
