LONDRES.- Mientras un lucido grupo de estrellas de la música pop participaban este lunes en un concierto en honor al jubileo de diamante de la reina Isabel II de Inglaterra, la festividad se vio ensombrecida por las noticias de la hospitalización de su esposo.
El príncipe Felipe
fue llevado a un hospital debido a una infección, algo que el Palacio de Buckingham calificó como "una medida preventiva".
El consorte de la monarca británica permanecerá en observación durante varios días, lo que significa que se perderá la parte final de las celebraciones.
Isabel II
estuvo presente en el recital en el que se presentaron Robbie Williams, Paul McCartney, Annie Lennox y Stevie Wonder, entre otras figuras de la música.
En una despejada noche, cientos de miles de personas coparon la avenida roja que lleva a la residencia londinense de la monarca, que cuenta con 775 habitaciones, y vieron el recital en pantallas gigantes.
Robbie Williams abrió el concierto con "Let Me Entertain You", y McCartney puso el broche con "Let It Be", "Live and Let Die" y "Ob-La-Di, Ob-La-Da" en la que se le sumaron el resto de los artistas.
Wonder cantó una versión de celebración de "Isn't She Lovely?" antes de continuar con "Happy Birthday".
También participaron Cliff Richard y Tom Jones, quien entonó "Delilah". Hubo toques clásicos con Lang Lang al piano y Renee Fleming cantando ópera, mientras que Gary Barlow, quien organizó el concierto, presentó un coro gigante para entonar la canción que creó especialmente junto a Andrew Lloyd Webber para el evento.
Elton John se sentó al piano para cantar "I'm Still Standing", "Your Song" y "Crocodile Rock".
Discurso de Carlos
En el final del show de tres horas, la reina, visiblemente cansada, subió al escenario junto a su hijo y heredero al trono, el príncipe Carlos, quien leyó un sentido tributo.
"Lo único triste en esta noche es que mi padre no puede estar con nosotros porque lamentablemente no se encuentra bien", expresó. "Pero señoras y señores, si gritamos lo suficientemente fuerte, quizás nos escuche desde el hospital".
El príncipe buscó que el público mostrara todo su afecto por una monarca que es vista como un símbolo de estabilidad y servicio en momentos de desilusión política y problemas económicos.
"Como nación, es nuestra oportunidad de agradecerte, a ti y a mi padre por siempre estar ahí para nosotros", dijo Carlos.
Tras sus palabras y una ensordecedora ovación para la reina, la noche terminó con el himno nacional y un gran despliegue de fuegos artificiales.
El martes, la Reina participará en un servicio en la Catedral de San Pablo, tras liderar una procesión de carrozas a través de las calles de Londres. Luego saludará a la multitud que se espera se congregue ante el balcón del Palacio de Buckingham.
