Ex fiscal colombiano pide investigar los nexos que tuvo la mafia con el gobierno de Uribe

BOGOTÁ.- El ex fiscal general de Colombia, Alfonso Gómez Méndez, dijo hoy que se debe investigar hasta dónde llegó la infiltración de la mafia del narcotráfico en el Estado, a raíz de los cargos formulados en Estados Unidos contra el jefe de seguridad del ex presidente Álvaro Uribe.

Según Gómez, de ser cierta la acusación contra el general en retiro de la Policía, Mauricio Santoyo, por sus presuntos vínculos con grupos narcoparamilitares, se iniciaría en Colombia "una profundización para saber hasta dónde pudo haber ido esta infiltración de las organizaciones criminales al interior del Estado".

El ex fiscal explicó en diálogo que el "escrito de acusación", emitido por Estados Unidos, debe tener las pruebas suficientes para sindicar al ex policía, debido a que en el sistema norteamericano "este es un aspecto central" para comenzar un juicio en contra de un sindicado.

Además precisó que ahora la solicitud debe expedirse por vía diplomática para que en Colombia inicie el proceso de captura y posible extradición, que sólo se dará si el presidente Juan Manuel Santos da la última firma.

El caso se conoció en Colombia después de que el diario "El Tiempo" de Bogotá publicara un informe con el documento expedido por un fiscal del estado de Virginia, en el que explica las razones por las que Santoyo es investigado desde hace más de cuatro años por las autoridades de ese país.

De acuerdo con el diario, el pasado 24 de mayo el fiscal estadounidense emitió la solicitud de extradición contra el ex oficial acusado de haber recibido cerca de cinco millones de dólares por parte de grupos narcoparamilitares a cambio de permitir el paso de droga hacia la costa Pacífica colombiana.

El diario afirma que, de acuerdo al expediente entregado por el funcionario estadounidense, el oficial "habría recibido sobornos del narcotráfico" y "habría conspirado para favorecer a la mafia entre el 2000 y noviembre de 2008".

Santoyo también es acusado de haber entregado "información de inteligencia sobre investigaciones y operativos que sirvieron para asesinar personas" en Colombia.

El periódico señala que el país norteamericano mantuvo en secreto el expediente para no alterar las relaciones con Colombia y que en esa decisión pesó el hecho de que Santoyo hubiera trabajado con Uribe durante su primer periodo de gobierno.

"El Tiempo" recordó que varias organizaciones de derechos humanos acusaron al oficial "de espiarlas ilegalmente y vincularon el hecho con los asesinatos de dos activistas de un movimiento de familiares de desaparecidos".

"En las investigaciones por los crímenes se detectó que los teléfonos de las víctimas estaban interceptados. Pero con las absoluciones de la justicia, el oficial continuó en la Policía hasta cumplir 32 años de servicio", indicó el diario.

Aunque Santoyo fue destituido por la Procuraduría (Ministerio Público) tras ser acusado realizar cerca de 1.500 interceptaciones ilegales en Colombia, siguió vistiendo el uniforme después de que la Fiscalía lo absolviera en 2003 y el Ministerio de Defensa lo restituyera por decreto.

En 2010, Salvatore Mancuso y Carlos Mario Jiménez, dos ex jefes del grupo paramilitar de las Autodefensas Unidas de Colombia, desmovilizado entre 2003 y 2006, acusaron al policía de haber recibido sobornos para permitir el paso de droga hacia la costa Pacífica.

Varios ex funcionarios que trabajaron en el gobierno de Uribe (2002-2010), entre ellos tres de sus ministros, el secretario general de la Presidencia y el alto comisionado para la paz, están siendo procesados en Colombia por casos de corrupción y espionaje.