Arzobispo de Santiago: "La Iglesia no tiene política de defensa corporativa"

SANTIAGO.- El arzobispo de Santiago, monseñor Ricardo Ezzati, insistió en que la Iglesia Católica "obedecerá la legislación chilena" en torno a la investigación de las denuncias de abusos que involucren a religiosos.

El prelado insistió en que incluso "hubiera un solo caso, ese caso es un hecho gravísimo", en entrevista concedida a TVN.

Monseñor Ezzati recalcó que su posición en el tema es "hacer luz de todos los casos, porque la verdad es la que nos hace libres para estar presentes en la sociedad con la cara muy abierta y muy alta".

Sobre las afirmaciones de víctimas de abusos, quienes han planteado que los autores de estos hechos cuentan con redes de encubrimiento dentro de la Iglesia, el arzobispo capitalino llamó a entregar los antecedentes que corespondan.

"Si las víctimas tuvieran motivos para decir que tal señor ha encubierto, que lo digan", insistió.

"La Iglesia, como principio, no tiene ninguna política de defensa corporativa. Nosotros pensamos que las personas son responsables de sus actos y deben responder por ellos", enfatizó.

Consultado sobre el caso de Fernando Karadima, el arzobispo señaló que la decisión de la Iglesia "es mucho más duro y más eficiente de lo que el juicio civil ha realizado. El juicio civil simplemente ha dicho que el caso ha prescrito: la Santa Sede, en cambio, quitó la prescripción y le dio la sanción más terrible que puede tener un sacerdote: no ejercer su ministerio".

En cuanto a las denuncias contra el guía espiritual del Colegio Cumbres y miembro de la congregación de los Legionarios de Cristo, el sacerdote John O'Reilly, monseñor Ezzati recordó que hay una investigación canónica en curso.

"No tengo ningún motivo para pensar que el provincial de los Legionarios va a utilizar artimañas para no establecer l verdad", indicó.

También desestimó que no se haya dado posibilidad de defenderse al sacerdote Cristián Precht contra las acusaciones de abusos presentadas en su contra. "Eso no es cierto. Lo que puedo decir es que en esa investigación se dio también la posibilidad que la persona pueda tener alguien que la defienda, lo que está dentro del Código Canónico", precisó.

Sobre el creciente número de denuncias, monseñor Ezzati reconoció que es una realidad que genera "dolor".

"Estamos recibiendo, y es el Señor quien nos la da, una medicina muy amarga. Pero estoy convencido, no de que el pecado sea providencial, sino de que el hecho que el pecado se haga público es un gran beneficio para el crecimiento futuro de la Iglesia", dijo.