Los niños se han transformado en víctimas inocentes de la violencia en Siria, como este pequeño que recibe atención en un hospital al norte de Alepo.
AFP
AMMÁN (JORDANIA).- Gran número de niños sirios que han sido testigos de masacres, torturas y otras atrocidades se han transformado en testigos "traumatizados" por el largo y sangriento conflicto interno en ese país.
Así lo denunció la ONG internacional "Save the Children", con sede en Gran Bretaña, que publicó "testimonios impactantes" recogidos en campos de refugiados en las fronteras de Siria.
Según los relatos, los niños "han sido el blanco de ataques brutales, han visto morir sus padres, hermanos y a otros niños, o han sido testigos o víctimas de tortura".
"Actos de violencia terribles son cometidos contra los niños, quienes necesitan ayuda de especialistas para tratar de recuperarse de esas experiencias horribles", advierte Jasmine Whitbread, dirigente de Save the Children International.
"Sus testimonios deberían grabarse para que los que cometen esos actos de violencia contra los niños rindan cuentas", añadió.
Colgados de las muñecasLa recopilación de las afirmaciones de niños sirios y sus padres que huyeron del conflicto se titula "
Untold atrocities" ("Atrocidades indecibles"). Entre los relatos, un adolescente de 14 años, Hassan, dijo que vio "muertos y heridos por el suelo".
"Encontré miembros humanos unos sobre otros. Los perros comían los cuerpos dos días después de la masacre", indicó, citado por la ONG.
"Crearon un escudo humano formado por niños. Yo lo vi con mis propios ojos", asegura.
Jalid, de 15 años, dice que fue torturado en su antigua escuela, convertida en lugar de detención. Allí fue encerrado con otros menores durante diez días, sin comida, golpeados y colgados del techo por las muñecas.
"¿Ve estas marcas? Mis manos estaban atadas con una cuerda de plástico. Atadas muy apretado. Había niños en mi celda, con las manos atadas de la misma forma", dice.
"Uno por uno aplastaban su cigarrillo en mí. Mira, estas son las cicatrices", agrega, según la recopilación.
"Ellos pensaron que me iba a suicidar", reconoce Farah, de 17 años, "porque tanta gente lo ha hecho ya".
La ONG pidió a la ONU acelerar sus investigaciones sobre la violación de los derechos del niño en Siria, dentro del dramático cuadro generado por la violencia en ese país.