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Líbano: Crecen sospechas de vínculo sirio en sangriento bombazo

La ONU expresó enérgica condena al ataque y pidió que sea aclarado para llevar a los responsables a la justicia. La detonación mató a 8 personas, entre ellas un alto jefe de inteligencia libanés.

19 de Octubre de 2012 | 23:21 | Agencias
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Una mujer herida es trasladada hasta vehículos de emergencia en el barrio de Ashrafiyeh, devastado por una poderosa explosión este viernes.

Reuters
NUEVA YORK/BEIRUT.- El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, expresó su enérgica condena al atentado ocurrido este viernes en la capital del Líbano, mientras crecen las sospechas sobre una posible implicación siria en la acción.

El ataque terrorista causó la muerte de ocho personas y dejó al menos 80 heridos.

"En un momento como este, de grandes turbulencias en la región, es muy importante que las partes busquen preservar la paz y la estabilidad en Líbano", sostuvo Ban a través de un comunicado.

También hizo llegar sus condolencias a los familiares de las víctimas, al Gobierno y al pueblo libanés, e instó a las autoridades para que investiguen el ataque con el fin que los responsables sean llevados ante la justicia.

Grupo antisirio

La enorme detonación del auto bomba colocado en Ashrafiyeh causó la muerte del jefe de Inteligencia de la policía libanesa, Wissam al Hassan, probable objetivo del ataque.

De acuerdo con analistas, Hassan era cercano al "Movimiento del Futuro", grupo antisirio encabezado por el ex Primer Ministro libanés Saad Hariri. También lideró la investigación que implicó a Siria y Hezbollah en el asesinato del ex Premier Rafiq al-Hariri en 2005.

Otra versión indica que el alto oficial estuvo detrás de la detención en agosto de este año del ex ministro de Información prosirio Michel Samaha, quien fue acusado de estar envuelto en la planificación de atentados con bomba contra libaneses que critican al régimen de Damasco.

Infierno en Beirut

La poderosa explosión ocurrió el viernes en la plaza de Sassine, situada en el barrio cristiano de Ashrafiyeh, una zona de Beirut rodeada por establecimientos comerciales, bancos, cafés y centros universitarios.

Las fachadas de gran número de edificios quedaron destruidas por la detonación y varios vehículos fueron envueltos por las llamas.

Tras el bombazo, la oposición libanesa pidió la dimisión del actual Primer Ministro, Nagib Mikati.

"Pedimos la dimisión del gobierno y de su Primer Ministro, que dieron protección a los criminales para este complot", señaló Ahmad Hariri, portavoz de la oposición.

El atentado siguió a intercambios de disparos en la volátil frontera entre Líbano y Siria, que ha experimentado oleadas de refugiados que huyen de la guerra civil en este último país.
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