BUENOS AIRES.- La ciudad de Buenos Aires volvió a inundarse hoy después de una intensa tormenta que puso fin a una semana de mucho calor, con máximas de 35 grados, que causó un enorme apagón el miércoles y falta de provisión de agua potable en numerosos barrios.
El panorama de vehículos a la deriva con agua hasta las ventanas, calles desbordadas y negocios inundados recuerda al de otra fuerte tormenta producida hace sólo doce días, con consecuencias semejantes.
La situación empeoró por la presencia de basura en las calles, debido a un conflicto entre el gobierno porteño y trabajadores de la recolección.
El diluvio, que había sido anunciado por el Servicio Meteorológico Nacional en un alerta para la ciudad y varias provincias argentinas, afecta el tránsito y los transportes, cuando aún quedan numerosos semáforos fuera de servicio por un apagón sufrido el miércoles.