Rescatan a más de 270 personas sometidas a esclavitud por empresa en México

TOLIMÁN.- Fiscales mexicanos organizaron el rescate realizado el martes de un grupo de al menos 275 personas que habían sido sometidas a trabajo esclavo en una empresa situada al oeste del país.

Entre los retenidos a la fuerza y explotados para que trabajaran en una productora y exportadora de tomates se contaban varios niños, señalaron autoridades.

La empacadora mexicana Bioparques de Occidente había instalado un campamento en el municipio Tolimán, en el estado de Jalisco. Allí sometía a explotación a cientos de personas originarias de comunidades rurales de al menos cuatro estados, explicó el fiscal regional, Salvador González.

"Estamos hablando de entre 275 y 280 personas", aseveró.

El grupo fue rescatado gracias a la denuncia de uno de los trabajadores que logró escapar la semana pasada y llegó a Guadalajara, capital de Jalisco.

Cinco capataces fueron detenidos por "graves violaciones y delitos, entre ellos privación ilegal de la libertad y trata", contra las familias campesinas, de las que hacían parte 39 adolescentes, añadió González.

El perseguidor judicial explicó que los contratistas se anunciaban en la radio y ofrecían 100 pesos (unos 7,6 dólares, unos 3.800 pesos chilenos) por jornada, así como alimento y vivienda por tres meses.

No obstante, una vez que los jornaleros llegaban al campamento de ladrillos y techos de lámina recibían la mitad de lo prometido en vales de despensa, que estaban obligados a gastar en una tienda aledaña que vendía con sobreprecio.

Además, los retenían a la fuerza en condiciones de hacinamiento, falta de aseo y malnutrición.

"Algunos quisieron escapar, pero si eran descubiertos eran regresados y golpeados. Incluso a algunos a quienes se les terminó el contrato fueron retenidos sin paga hasta un mes más", reveló González.

"Comida rancia y podrida"

Valentín Hernández, un joven de 21 años originario de Tamaulipas (noreste), relató el calvario que vivió al decidir trabajar para la empresa exportadora.

"Uno escuchaba a los corredores, los que trabajan para los contratistas, y cree que nos va a ir mejor. Pero nada de eso", señaló el jornalero, quien se encontraba junto a su esposa, originaria de Veracruz.

"Llegamos hace un mes y nos metieron en un cuartito de dos por cuatro metros con otras dos parejas, también con hijos", añadió.

"La jornada es de unas 12 horas, nos llevamos 70 pesos. La comida está rancia y podrida, nos tienen como esclavos", fustigó el joven que no se atrevió a escapar.

"Te dicen que te puedes ir si quieres, pero no te dejan ir. Esconden tus cosas y te amenazan para que te quedes. Y si alguien se quiere escapar y lo descubren, cuando lo regresan lo golpean. Sí hay quienes se han escapado, pero con familia no se puede", relató.

Las autoridades realizan ahora pesquisas para aclarar las circunstancias en las que la empacadora logró operar sin que sus actividades ilícitas hubieran sido descubiertas antes.