RÍO DE JANEIRO.- Algunos cambios en el programa del Papa Francisco en Brasil fueron decididos tras una "importante reunión" sobre su logística y seguridad, celebrada el martes en la residencia de Sumaré donde se aloja el Sumo Pontífice, anunció el martes su portavoz, el padre Federico Lombardi.
El encuentro fue celebrado entre el ministro de la Secretaría General de la Presidencia, Gilberto Carvalho, otros responsables brasileños y del lado del Vaticano, el nuncio y el jefe de la gendarmería, entre otros.
Interrogado sobre si hay lecciones a sacar de los problemas ocurridos cuando el automóvil que llevaba al Papa del aeropuerto al centro de Rio fue bloqueado el lunes por una multitud de entusiasmados fieles, Lombardi respondió: "No hay que dar demasiada importancia a la historia del automóvil, ni demasiada importancia a la seguridad".
La reunión fue entre "las personas que se reúnen desde hace un año para hablar de problemas logísticos. Pueden haber hablado de lo que sucedió ayer de noche, pero no lo discutieron durante una hora y media", dijo, y subrayó que las reuniones logísticas son cotidianas durante los viajes de los papas.
A raíz del mal tiempo, para llegar al santuario marial de Aparecida el miércoles de mañana, el papa "no irá directamente en helicóptero, sino en un avión hasta el pequeño aeropuerto de San José, a 70 km de Aparecida, y en helicóptero de ahí al santuario".
A su regreso de Aparecida, está previsto que el Papa visite un hospital franciscano de Rio donde la Iglesia inaugurará próximamente un ala para adictos al crack.
Pero "irá en coche cubierto hasta el hospital. Habrá un solo coche, mientras que estaba previsto que iría en coche cubierto y en un segundo tiempo en un vehículo descubierto", precisó Lombardi.
Aseguró que todos los otros desplazamientos previstos en jeep descubierto se mantienen en los cuatro últimos días del viaje, del jueves al domingo.
Otro cambio es "una reunión con algunos miles de jóvenes argentinos agregada el jueves al programa" y que tendrá lugar tras la visita del papa a la favela de Varginha, en la catedral, precisó.
Las autoridades brasileñas responden así a los deseos del papa de reunirse con los fieles, subrayó Lombardi.
Tres presidentes latinoamericanos -de Argentina, Bolivia y Surinam- y dos vicepresidentes -de Uruguay y Panamá- anunciaron su presencia en la misa final, el domingo en Guaratiba, a unos 60 km del centro de Rio.
