SEÚL.- 25 mar (EFE).- Refugiados norcoreanos en Corea del Sur lanzaron hoy globos con panfletos hacia el Norte para denunciar al país comunista por el hundimiento del buque surcoreano Cheonan, en la víspera del cuarto aniversario de este suceso que provocó 48 muertos.
Asistidos por miembros de una ONG surcoreana, los disidentes liberaron un total de 20 globos con 600.000 panfletos en la localidad de Paju (al noroeste del país) con la intención de que el viento los disperse hacia las comarcas del sureste de Corea del Norte, informó la agencia local Yonhap.
Cuatro años después del suceso "el Gobierno surcoreano ha comenzado a mostrar menos interés y Corea del Norte aún no ha pedido disculpas, así que decidimos organizar este evento", aseguró a la agencia Park Sang-hak, líder de la ONG Luchadores por Corea del Norte Libre formada por disidentes de este país.
Los refugiados norcoreanos juraron venganza en nombre de las víctimas y condenaron verbalmente al régimen de Kim Jong-un mientras lanzaban los globos, según describió Yonhap.
En los panfletos se explica que el 26 de marzo de 2010 el Ejército de Corea del Norte lanzó un torpedo submarino que impactó en el casco del buque Cheonan y lo hundió causando la muerte de 48 soldados del Sur, la mayoría de ellos jóvenes que realizaban el servicio militar obligatorio.
Esta es la versión oficial del Gobierno surcoreano, producto de una investigación internacional dirigida por Seúl después del suceso.
Sin embargo, Corea del Norte ha negado hasta ahora su implicación en el suceso mientras China y Rusia, al igual que una minoría de la opinión pública surcoreana, manifestaron serias dudas sobre los resultados de la investigación.
El lanzamiento de panfletos con mensajes políticos a Corea del Norte a través de la frontera es una actividad que varias ONG en Corea del Sur realizan de forma habitual.
Corea del Norte ha manifestado en varias ocasiones su rechazo a esta táctica de "guerra psicológica" y en ocasiones ha llegado a amenazar con bombardear a los activistas, mientras los vecinos de Paju han mostrado su malestar al considerar que podría poner en riesgo su seguridad.
